El observatorio “Ahora que sí nos ven” difundió ayer los datos relevados en lo que va del año y una vez más, los números son alarmantes. En este oportunidad, se incluyen datos de intento de femicidio, dentro del cual se contempla el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
De acuerdo al registro, del 1 de enero al 29 de septiembre de 2022 se registraron 182 femicidios, 117 femicidios íntimos de mujeres y 65 femicidios vinculados.
En el 58,7% de los casos el femicida era la pareja o ex pareja de la víctima. A su vez, el 86,8% de los casos fueron perpetrados por una persona del círculo íntimo de la víctima, o sea familiares y conocidos. “Estos datos nos permiten desestimar la falacia de que el agresor es alguien desconocido, por el contrario es de nuestra confianza y es una persona con la que tenemos un vínculo afectivo”, indicaron.
Siete femicidas eran policías y uno, militar. “El hecho de que los femicidas integren estas instituciones es un factor de riesgo dado que tienen a su disposición un arma de fuego y una posición de poder por su relación con las fuerzas de seguridad o armadas”, advierte la organización, que reclama que estas instituciones rompan con “las complicidades machistas e incorporar urgente y transversalmente la perspectiva de género, diversidad y DDHH”. “Una reforma en las prácticas de las fuerzas es una deuda que aún hoy tiene la democracia con nosotrxs”, señalan.
En 42 de los 182 casos los femicidas se dieron a la fuga luego del femicidio, 34 se suicidaron, 33 intentaron ocultar su autoría y 5 intentaron suicidarse. “Para el agresor todas estas decisiones son intentos de salir impunes de la situación y para las familias y allegadxs de las víctimas supone el impedimento para conseguir Justicia”, apuntan en relación a este dato.
De acuerdo al registro, el 63,7% de los femicidios ocurrió en la vivienda de la víctima, que en muchas ocasiones comparte con el agresor. “Esto refleja que las mujeres estamos más expuestas a la violencia en nuestros hogares, lejos de la creencia de que la calle es un territorio peligroso para nosotras. Imaginario que sirve de argumento para que no habitemos el espacio público, un ámbito históricamente masculinizado”, explican desde Ahora que sí nos ven. En menor medida, los femicidios ocurrieron en la vía pública (23,1%). En este escenario, es vital pensar y diseñar espacios públicos más igualitarios y feministas, donde también podamos transitar libres de violencias.
En este marco, se renueva el reclamo de una “urgente reforma judicial transfeminista” que permita acceder a mujeres y LGBTI+ feministas a puestos de decisión y poder dentro del Poder Judicial para asegurar una mirada interseccional y así poder contar con una Justicia reparadora, igualitaria, justa y sin violencias. “A su vez, le pedimos nuevamente al Poder Judicial que cumpla con la Ley Micaela y capacite a sus funcionarixs en perspectiva de género y diversidad. Menos persecución política y más igualdad”, señala el organismo.
Para tomar real magnitud de esta problemática es necesario entender que en el país ocurre 1 femicidio cada 36 horas. “Además, desde nuestra organización creemos importante observar los casos que no llegaron a la muerte de las mujeres: en 2022 hubo 118 intentos de femicidio. Esta información es de gran relevancia ya que entendemos que los femicidios no ocurren de un día para el otro y son la punta del iceberg de un entramado de violencias y desigualdades de género que generalmente suceden de forma gradual”, señalan.