El Tribunal Oral N° 4 de Quilmes comenzó ayer el juicio oral y público contra Mónica Bravo, la mujer policía que abatió a un joven aduciendo que le habría querido robar en Quilmes Oeste. Los doctores Alberto Ojeda, Pablo Pérez Marcote y Andrea Calaza abrieron la audiencia y escucharon los alegatos de apertura de las partes.
Bravo deberá responder en carácter de imputada en una causa de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” en la que resultó muerto el joven Facundo Ferreyra. Tal consta en la causa para el encargado de la instrucción de la valoración de los relatos recabados en la investigación como de la propia encartada hay elementos para solicitar que sea enjuiciada; el doctor Martín Conde llevó adelante la instrucción penal preparatoria. Ayer el doctor Claudio Pelayo adelantó que intentará demostrar la autoría material de la encartada; al tiempo que el particular damnificado, representado por el abogado particular, doctor Gustavo Julio anunció que “estamos en presencia de un caso de gatillo fácil”.
Asimismo los defensores particulares de Bravo, Antonio Solivaret y Guillermo Diéguez expresaron que buscarán demostrar que la encartada actuó en ejercicio de la legítima defensa.
Los hechos se dieron en Quilmes Oeste el 15 de junio de 2018 en San Mauro y Joaquin V González, cuando habrían intentado robarle a Bravo y ella disparó contra Ferreyra, mientras que otro de los delincuentes se dio a la fuga.
En caso de ser hallada responsable la mujer policía podría ser condenada a la pena de prisión perpetua, tal lo fija el Código Penal. El fiscal Pelayo enfatizó en su lineamiento de apertura en que Ferreyra tenía en su poder un arma de utilería y durante varias jornadas se escucharán los testimonios de los convocados a la sala de planta baja de la sede de Yrigoyen 475.