La justicia redujo la condena a un hombre que 2017 había sido sentenciado a prisión perpetua por asesinar a un hombre en la puerta del boliche de la zona oeste de la ciudad del cual era dueño y de esta manera decidieron aplicarle una sentencia a 25 años de prisión. Se de Gustavo Vallejos, quien el 8 de marzo de 2014 había matado a Diego Páez, que tenía 33 años al momento del crimen.
Años atrás el TOC 4 de Quilmes, compuesto por los jueces Alberto Elio Ojeda, Mario Daniel Caputo y Andrea Vanina Calaza, habían condenado a Vallejos a prisión perpetua por “homicidio calificado por alevosía”. Vallejos había llegado a ese debate con el beneficio de prisión domiciliaria, que le fue revocada tras la condena y luego de que dicho tribunal ordenase su inmediata detención.
Esta condena de primera instancia apelada por la defensa y fue asi que la Suprema Corte ordenó que se eliminara el agravante de la “alevosía” y cambió la calificación legal a “homicidio agravado por el empleo de arma de fuego, en concurso real con portación ilegal de arma de guerra”, el cual prevé una condena más leve que la perpetua. La semana última se realizó la audiencia de cesura donde el fiscal, Andrés Nieva Woodgate había requerido una condena a 25 años de prisión y el particular damnificado, por medio de la letrada Camila Gerini, 42 años de prisión.
Asimismo se ordenó remitir las actuaciones a otro tribunal oral para que se fijara una nueva pena. “No hay dudas de la autoría ni de la modalidad del hecho, la audiencia fue a los fines de valorar atenuantes y agravantes en base a esta nueva calificación legal y pedir una nueva pena”, dijo la abogada Gerini a Data Judicial.
Los hechos
El crimen de Páez ocurrió entre las 6 y las 7 de la mañana del 8 de marzo de 2014, en la vereda del local nocturno L´Zero, ubicado en avenida Pasco al 5200, de Quilmes, adonde el joven había ido a bailar junto a unos amigos. Efectivos de la comisaría 5ta. La Cañada eran alertados sobre la presencia de una persona baleada en la puerta del boliche, por lo que se trasladaron hacia el lugar.
Al arribar, los policías observaron que un grupo de jóvenes provocaba disturbios y constataron que en la vereda yacía muerto un hombre, luego identificado por sus amigos como Páez. En ese momento, los manifestantes más exaltados señalaban al personal de seguridad del local bailable como los autores del crimen, por lo que se produjeron algunos incidentes.