La Comuna de Florencio Varela lanzó una iniciativa bajo la premisa de prevenir riesgos y sensibilizar mediante la identificación de las secuelas en la búsqueda de mejores alternativas al prever los posibles peligros: no consumir alcohol ni emplear pirotecnia como la única opción.
Con una indicación clara del intendente Andrés Watson hacia su gabinete sobre las estrategias a implementar, la Subsecretaría de Prensa y Comunicación nucleó esas acciones en una campaña.
Su titular, Noelia Piñeiro, explicó “los diferentes materiales tanto gráficos como audiovisuales confeccionados de manera interdisciplinaria con el aporte informativo indispensable de cada área para promover una concientización comunitaria”.
En primera instancia, la subsecretaria de Inspección General -Verónica Chechelo- indicó “la prohibición en la comercialización, depósito y fabricación de elementos pirotécnicos sin la autorización correspondiente”. “Desde principio de diciembre, efectuamos operativos tanto con Defensa Civil como Guardia Comunal en distintos comercios”, sumó sobre el dispositivo donde verificar el cumplimiento de la ley cuando aclaró “la inexistencia de sitios habilitados para la venta en Florencio Varela”.
Por último, especificó el proceder. “En vía pública, el secuestro; en locales, la clausura. En cada caso, la formulación de actas y elevar al Juzgado de Faltas”, secuenció. Posteriormente, remarcó “estar al tanto respecto a los daños, a uno y a terceros” sino “elegir otras formas de festejar más respetuosas con los demás”.
Desde la óptica sanitaria, la directora asociada UPA N°11, Mariela Rzepeski, señaló los efectos de fuegos artificiales como “lesiones físicas permanentes”. En términos generales, esas afecciones las identificó “en espectadores, con la presencia de niños y niñas”. Insistió en que estos objetos solo fueran “manejados por personal entrenado quienes pudieran actuar ante determinadas situaciones y en lugares controlados”.
Su colega, Alejandro Zanini -director del Centro Veterinario Municipal- habló de “las consecuencias sufridas en los animales domésticos, de granja o silvestres”. De encontrar “a un ejemplar desorientado, lo más conveniente dentro de las posibilidades, contenerlo, no acorralarlo por su estado de estrés; ofrecerle agua y comida, pero de modo prudencial, alerta”.
Asimismo, puntualizó “en la administración de sedantes como último recurso a tomar bajo estricto control de profesionales”. Describió como ideal “resguardarlos en un espacio donde estar protegidos, acompañados preferentemente; optar por algún snack o juguetes”. De dejarlo solo en casa, “no encerrarlo en una habitación, mejor en un sitio amplio donde moverse y esconderse”.
Prevenir
Tanto Navidad como Año Nuevo constituyeron motivos de celebración para todos y todas. Por ese motivo, la entidad TEA Padres Florencio Varela-Red Federal emprendió la misión de concientizar. Una de sus referentes, Sara D´Agostino, planteó otras maneras de festejar “más divertidas que las explosiones: música suave, papel picado, espuma”. El lema formulado por la institución fue “más luces, menos ruidos”.
Lo sorpresivo, impredecible y destellante obligó a pensar alternativas. La mujer contó los efectos en niñeces con Trastornos del Espectro Autista al no poder procesar la brusquedad de los explosivos. Llantos, tapar sus oídos, golpease la cabeza hasta producirse lesiones, convulsiones, correr o perderse.
Como recomendaciones, indicó: “Anticiparse, utilizar material visual, respetar el momento familiar hasta que el niño o niña soportara, no exigirle demás; de no comer con el resto de los presentes, llevarle los alimentos; no olvidar tapones u orejeras; dar a conocer a anfitriones o invitados sobre la pirotecnia e impacto en nuestros chicos”.
Desde los Bomberos Voluntarios del distrito, el cabo Leandro Álvarez recordó los incendios al usar fuegos artificiales “por no tener control sobre los restos generados que cayeron sobre techos, canaletas, campos, pastizales”. No obstante, contempló “una baja notable en lo que respecta a los heridos” a partir de dos factores como “las múltiples campañas contra su utilización junto a la decisión de las autoridades en prohibir su venta”.
Por otro lado, los integrantes del cuerpo fueron llamados ante otros sucesos como siniestros de tránsito. En ese contexto, expresó como “fundamental conocer las consecuencias del alcohol al volante”. “Los días y noches de las fiestas fueron momentos cuando muchas vecinos y vecinas circularon por la vía pública donde los accidentes provocaron daños irreparables”, afirmó.
Bárbaro Adonis Argüello Sánchez, coordinador en el Hospital Modular, explicó que este tipo de bebidas inhibieron “el sistema nervioso central, lo que ocasionó alteraciones en los reflejos”. Especificó “las secuelas psicológicas, politraumatismos y pérdidas de seres queridos”.