Un cotejo de ADN confirmó que el cuerpo semicalcinado y con signos de asfixia hallado el jueves pasado a la vera de una autopista en construcción, en la localidad bonaerense de Guernica, pertenece a Lautaro Morello, el joven de 18 años que desapareció el 9 de diciembre último en Florencio Varela.
Carlos Dieguez, abogado de la familia de la víctima, informó esta tarde a Télam que en las últimas horas fueron notificados de los resultados de los análisis que compararon el perfil genético del cuerpo con el de la madre y del hermano de Lautaro, y que arrojaron resultado positivo.
Tras esta confirmación, la familia se disponía ayer a retirar el cadáver de la morgue judicial de Quilmes para despedir sus restos.
En tanto, voceros judiciales confirmaron que los dos sospechosos se negaron a declarar ante la fiscal de la causa, Mariana Dongiovanni, y continuarán detenidos como presuntos coautores de un “homicidio doblemente agravado por alevosía y ensañamiento”.
Además, el letrado denunció amenazas y que el viernes y sábado pasados lo siguieron desde un auto y una moto.
El hallazgo del cuerpo se produjo cerca de las 21.30 del jueves, cuando el hijo de un vecino que había salido a cazar con unos perros galgos vio el cuerpo a la vera de la autopista en construcción “Buen Ayre”, en Guernica, partido de Presidente Perón.
Fuentes policiales indicaron a Télam que el cuerpo estaba recostado boca abajo, “semicalcinado y en avanzado estado de descomposición”.
En el mismo sitio apareció una zapatilla Vans color negra, similar a la que usaba Morello, por lo que desde un inicio los pesquisas manejaron la hipótesis de que se trataba de él.
Tras los peritajes de rigor en el lugar del hallazgo, el cuerpo fue llevado a Morgue Judicial de La Plata donde los médicos forenses que realizaron la autopsia determinaron que la muerte se produjo por una “asfixia mecánica” y que la data de muerte era de entre 7 y 15 días.
Una fuente judicial confirmó a Télam que por la tarde se produjo en la misma morgue el reconocimiento visual del cadáver como el de Morello.
Por el hallazgo, intervino el fiscal Álvaro Garganta, quien está a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Presidente Perón.
Es el mismo fiscal que también tiene la investigación por el hallazgo, el domingo pasado también en Guernica, de otros dos cadáveres completamente calcinados en el baúl de una camioneta y que ahora se cree que podrían pertenecer a otros dos desaparecidos, los mecánicos Silvio David Vitullo (40) y de Diego Fabián Segura (30).
En el marco de la causa por la desaparición de Lautaro y Lucas Escalante (25), aún desaparecido, la fiscal Dongiovanni, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Florencio Varela, había realizado un allanamiento en la casa de un comisario mayor de la policía bonaerense, en el barrio La Capilla de Florencio Varela.
Según las fuentes, los dos sospechosos son Cristian Centurión, hijo del comisario mayor -que es cadete de la fuerza- y su primo, llamado Maximiliano Centurión; quienes permanecen detenidos como presuntos coautores del hecho.
En ese sentido, un testigo declaró que la noche de la desaparición, los jóvenes preguntaron por la casa del comisario y ahora se investiga si el BMW azul en la que se movilizaban los chicos estuvo estacionado frente a la casa de ese jefe policial.
Los jóvenes fueron vistos por última vez el pasado viernes 9 de diciembre en la localidad de Bosques, partido de Florencio Varela, cuando Escalante pasó a buscar a Morello para salir a festejar el triunfo de la Selección Argentina por el Mundial de Qatar en ese auto, el cual al día siguiente apareció incendiado.