La fiscal Débora Masetto a cargo de la UFI N° 21 de Quilmes, tuvo a su cargo el proceso de investigación realizado junto a fuerzas policiales y la propia comunidad educativa, para dar con la persona responsable de los llamados.
Se trata de una menor de edad alumna de la institución, quien se comunicó con la Escuela numerosas veces advirtiendo sobre la presencia de material explosivo en el edificio quedando, luego de su localización, a disponibilidad de la Justicia.
“Cada vez que se recibe una llamada de estas características, se activa un protocolo específico que implica mover alrededor de treinta personas hacia el lugar del hecho. Desde luego que ejecutar estos movimientos implica un costo económico pero, lo lamentable es que durante el tiempo que dura el operativo, se descuida la custodia de otras zonas de la ciudad”, manifestó Denis Szafowal secretario de Seguridad municipal.
La Escuela Media Nº 3, tiene a la Escuela Primaria Nº 17 y al Jardín de Infantes Nº 910 como edificios colindantes. La presunta presencia de un explosivo en alguno de los establecimientos implica evacuar a las tres instituciones lo que conlleva no sólo la suspensión de las actividades escolares, sino que se genera una profunda inquietud en el personal, alumnos y padres.
“Lo que como comunidad debemos comprender es que cada acción que realizamos tiene consecuencias. Últimamente gracias a los avances tecnológicos en materia de comunicación y rastreo de llamadas, dar con quienes realizan este tipo de los delitos, es cada vez más rápido y gracias al trabajo colaborativo entre las fuerzas de seguridad y la justicia, se lograron abrir varias causas penales”, concluyó Szafowal.