Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron «con la alegría que da la conquista de la verdad» la restitución de la identidad del nieto recuperado 132, llamado Juan José, hijo de Mercedes del Valle Morales, detenida desaparecida junto a gran parte de su familia en 1976 en Tucumán durante la última dictadura cívico militar, y quién aún busca la identificación de su padre biológico.
«Nos volvemos a encontrar para dar a conocer la resolución de un nuevo caso, el 132. Esta mañana el juzgado federal Nº1 de Tucumán confirmó al nieto 132 que no es hijo de la familia que lo crió como propio en Tucumán, dueña de una finca en la que trabajaba su madre, Mercedes del Valle Morales, detenida desaparecida en mayo de 1976, en la misma provincia», informó la presidenta de Abuelas, Estela Carlotto, en conferencia de prensa donde brindó detalles de la historia de Juan José.
Carlotto contó que el nieto desconocía que no era hijo de quienes lo criaron, hasta que, fallecidos sus supuestos padres, sus hermanos de crianza se lo revelaron y le entregaron su DNI original donde figuraba el nombre de Mercedes, su madre biológica.
Fue en 2004 cuando Juan José comenzó la búsqueda de su origen biológico acompañado por el nodo Tucumán de la Red por el Derecho a la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo y la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDi).
«Luego de la investigación documental y gracias a los estudios de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), el nieto pudo constatar que Mercedes del Valle Morales, quien figuraba en su DNI como su madre, lo era», relató Carlotto en la Casa por la Identidad en el Espacio Memoria y Derechos Humanos, en la exEsma, en el barrio porteño de Núñez.
Carlotto contó que Mercedes fue secuestrada junto a parte de su familia el 20 de mayo de 1976 en la ciudad tucumana de Monteros, cuando Juan José sólo tenía nueve meses.
En el operativo también secuestraron a sus abuelos maternos, Toribia Romero de Morales y José Ramón Morales y, cuatro días después a sus tíos José Silvano Morales, Juan Ceferino Morales y Julio César Morales, quienes aún se encuentran desaparecidos.
Asimismo, Carlotto indicó que, con el retorno a la democracia, una tía abuela materna, Máxima Rita Romero de Morales, denunció ante la CoNaDeP la desaparición de toda su familia.
«Luego de conocer su filiación materna, el nieto dejó su perfil genético en el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), con la ilusión de algún día poder encontrar los restos de su madre», explicó Carlotto e indicó que en 2008 el EAAF logró identificar los restos de Mercedes en el Cementerio Norte de Tucumán.
«Si bien parte de la verdad comenzaba a salir a la luz» Juan José necesitaba constatar si había sido víctima de apropiación y para ello comprobar si quien lo inscribió como hijo propio era verdaderamente su padre, dijo.
Dado que su supuesto padre ya había fallecido, la filiación «sólo podía comprobarse o descartarse a través de una exhumación del cuerpo» para poder comparar su perfil genético, investigación judicial que llevó a cabo la Oficina Tucumán de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, a cargo de Pablo Camuña, y la Fiscalía N°1 de esa provincia.
Carlotto informó que luego de un largo recorrido, esta mañana el Juzgado Federal de Tucumán informó al joven que no es hijo de quien lo crió.
De esta manera, se confirmó que «efectivamente fue víctima de sustracción, ocultamiento y sustitución de identidad en el marco del terrorismo de Estado».
«Hoy lo abrazamos como nuestro nieto 132, y como un rompecabezas que nunca se termina de completar, se inicia un nuevo camino para poder dar con su verdadero padre», expresó conmovida Carlotto y convocó a quien tenga cualquier dato sobre Mercedes del Valle Morales a que se acerque a Abuelas, a la CoNaDI o al nodo de la Red por el Derecho a la Identidad de Tucumán.
«A pesar del dolor que trae cada una de estas historias, junto a la constatación de la trabajosa tarea que sigue siendo reconstruir lo que la dictadura quiso borrar, seguimos celebrando la vida con la alegría que nos da la conquista de la verdad», expresó, y deseó «un 2023 con más encuentros, con más verdades e identidades».
Luego de conocer los detalles de la larga búsqueda por su identidad, Juan José se conectó vía Zoom desde Tucumán, provincia donde vive, para conversar con los presentes.
Pudo agradecer a las Abuelas de Plaza de Mayo por su incansable búsqueda y el afecto recibido pero por problemas técnicos no pudo desarrollarse la comunicación de forma extendida.
La presidenta de Abuelas estuvo acompañada durante el anuncio por el secretario de Derechos Humanos nacional, Horacio Pietragalla Corti; la vicepresidenta de Abuelas, Buscarita Roa; el secretario de Abuelas, Abel Madariaga; la titular de la CoNaDI, Claudia Carlotto, y la legisladora porteña Victoria Montenegro.
«Estos son los milagros de la vida, dos nietos en una semana, la vida es esto: emociones, dolores, luchas», expresó Carlotto a la prensa sentada bajo la sombra de un árbol en uno de los patios traseros de la Casa por la Identidad.
También relató su asombro cuando recibió el llamado de su hija a cargo de la CoNaDi y le dijo «encontramos otro».
«Jamás nos imaginamos qué maravilloso fin de año nos esperaba, cuando me llama Claudia (Carlotto) y me dice que me tiene que dar una buena noticia, ‘encontramos otro’, no me desmayé porque soy fuerte», relató.
A la vez, destacó el rol cumplido por la justicia en este caso que «cuando hace el trabajo que debe hacer» colabora a «salvar la vida de una persona, decirle quién es y de dónde viene, eso es como ver un nacimiento y es una obra de bien muy grande».
«Estar más de tres años sin ningún encuentro y en una semana poder llevar adelante dos, nos pone más que felices, con lo difícil que es, más con estos casos que son a través de investigaciones», expresó en declaraciones a Télam el secretario de Derechos Humanos.
Pietragalla Corti reveló que «era un anhelo muy importante a nivel personal antes de terminar mi gestión, en el lugar de responsabilidad que tengo hoy, el poder estar sentado al lado de una abuela dando esta noticia».
«Cada encuentro es algo que simbólicamente rompe con lo que planificaron esos genocidas que era no solo la muerte y desaparición física de la persona sino también esa desaparición total que implica el olvido», reflexionó.
En este sentido, describió que el anuncio de la restitución de la identidad de dos nuevos nietos en tan sólo una semana «abre la esperanza de seguir encontrando, no tenemos mucho tiempo y necesitamos que las familias que están buscando puedan abrazar a su ser querido».
Abuelas de Plaza de Mayo había anunciado el jueves pasado la restitución de la identidad del nieto 131, hijo de los militantes mendocinos del PTR-ERP, Lucía Nadin y Aldo Quevedo, quienes fueron secuestrados en 1977 y llevados al Centro Clandestino de Detención «Club Atlético» en la ciudad de Buenos Aires.