Un informe elaborado por Unicef asegura que un poco más de la mitad (51,5%) de las niñas, niños y adolescentes en Argentina residen en hogares cuyos ingresos no alcanzan para adquirir en el mercado una canasta básica total de bienes y servicios.
Además, un 13,2% en hogares extremadamente pobres o indigentes, es decir, con ingresos inferiores a los necesarios para comprar una canasta básica de alimentos.
Esto equivale, señala la organización, alrededor de 6,8 millones de personas menores de 18 años en la pobreza monetaria y unos 1,7 millones en la pobreza monetaria extrema.
En términos de la evolución de estos indicadores desde 2016 a 2022, la pobreza en niños, niñas y adolescentes subió 1 punto y la pobreza extrema o indigencia aumentó unos 3 puntos.
En otro orden, el relevamiento sostiene que entre 2017 y 2022 la pobreza infantil monetaria aumentó 8,4 puntos porcentuales (20%) y la pobreza infantil monetaria extrema creció 2,7 puntos, un 26%.
En tanto, las privaciones no monetarias en el ejercicio efectivo de derechos afectan al 42,5% de las niñas, niños y adolescentes, mientras que el 15,4% experimenta privaciones severas. Según la organización dependiente de la ONU, dos de cada tres chicos argentinos viven en la pobreza, añadiendo que el presupuesto nacional 2023 dirigido a la niñez se reduciría en 22,2% respecto del año pasado