Días atrás, en la planta de madres de la Unidad 31 del Complejo Penitenciario de Ezeiza, una de las mujeres privadas de libertad comenzó a gritar pidiendo ayuda porque su hijo se estaba ahogando.
Camila, agente de Requisa del Servicio Penitenciario Federal (SPF), que se encontraba en la celaduría, pidió la apertura de la puerta y acudió para llevar a la mujer y al nene al sector médico de la Unidad. En el trayecto, el niño dejo de respirar y se puso morado.
La agente decidió aplicar maniobras de Heimlich para desobstruir el conducto respiratorio, y así el niño logró expulsar el objeto que había ingerido. A los pocos minutos, la médica de la Unidad constató que el nene estaba bien.
“El Servicio suele ser noticia cuando algo sale mal. Para nosotros es muy importante mostrar que hay muchísimas cosas que se hacen bien. En este caso, no quería dejar de felicitar a Camila, que si bien estaba haciendo su trabajo, salvó la vida de un niño”, destacó Juan Bautista Mahiques, Subsecretario de Asuntos Penitenciarios y Relaciones con el Poder Judicial y la Comunidad Académica, quien hoy se acercó a saludar a la agente y ordenó un ascenso extraordinario para ella.
El personal del SPF recibe capacitación en primeros auxilios durante su formación y se realizan regularmente cursos de actualización en estos temas.
Fuente: jus.gob.ar