Según el estudio realizado por Unicef Argentina, “hay que entender este fenómeno desde una mirada multicausal y elaborar estrategias de intervención que tiendan a mitigar los factores preponderantes que generan situaciones de riesgo”.
En efecto, “se deben propiciar espacios de capacitación continua de los recursos humanos que están en contacto con los jóvenes, y fortalecer las redes institucionales que permitan generar acciones conjuntas y eficientes”.
El informe sentó las bases respecto a la situación del suicidio en la adolescencia en el país, las dificultades que se detectan para su abordaje, los desafíos de las políticas públicas y las prácticas que se han identificado en materia de prevención.
En el marco de la reunión, la representante adjunta de Unicef Argentina, Olga Isaza, detalló que “más de 500 adolescentes se suicidan por año en Argentina”.
“Debemos cuidar esa generación para que el país tenga condiciones de sostenibilidad”, subrayó Isaza, quien consideró que los desafíos a futuro son avanzar con la reglamentación de la ley de suicidio, redoblar esfuerzos de prevención con énfasis en la prevención temprana, avanzar en la formación de los profesionales, fortalecer sus vínculos con distintas instituciones con responsabilidad de los jóvenes y construir instancias de sensibilización a través de los medios de comunicación.
Fuente:NA