Realizaron una inspección ocular en el departamento del empresario Sáenz Valiente, lugar donde murió la modelo brasilera, Emily Rodrigues.
Esta medida, tomada por los jueces de la Cámara del Crimen para encontrar nuevas pistas que puedan fortalecer la causa, fue realizada después de que se dieran a conocer chats entre el empresario y una mujer que estuvo en la noche trágica.
En la conversación se lee cuando Sánez Valiente le ofrece drogas a ella y a sus amigas: “Tengo tusi, coca y faso”. Es importante destacar que el hombre de 52 años está siendo investigado por el delito de “facilitación de estupefacientes” y a su vez por femicidio.
La inspección ocular se llevó a cabo en el sexto piso del inmueble de Libertad 1542, en Retiro, donde vivía el empresario y de cuyo balcón cayó Emmily.
Cuando ingresaron al departamento, que estaba muy desordenado a raíz de los distintos allanamientos, los tres camaristas y la fiscal pudieron observar el lugar donde cayó el cuerpo.
Junto a los jueces también presenció la inspección la Fiscalía y la defensa del empresario a cargo de Rafael Cúneo Libarona.
Para el próximo 22 de mayo se realizará una audiencia donde escuchará el argumento de las partes, y luego la Cámara definirá si avanza con el procesamiento o no contra Valiente.
El 19 de abril el empresario fue liberado por “falta de mérito”, pero aun así sigue estando bajo investigación por los delitos antes mencionados.
Cuarenta días después de la muerte de la modelo se dieron a conocer los resultados de los exámenes toxicológicos que le practicaron.
El Cuerpo Médico Forense reveló que Emmily tenía rastros de cocaína, marihuana, alcohol, ketamina y MDMA, lo que indica una coincidencia con el relato de dos mujeres presentes en la fiesta privada que sostuvieron que la modelo consumió drogas.
Según lo relatado por Sáenz Valiente esa madrugada del 30 de marzo él compartió una reunión con cuatro mujeres, una de ellas Emmily, donde consumieron alcohol y drogas tales como cocaína, marihuana y cocaína rosa, entre otras.
Los testigos y el propio empresario señalaron que en un determinado momento fue Emmily sufrió de una suerte de paranoia, y ella por propia voluntad se tiró del balcón.
Las pericias determinaron que las lesiones de Emmily fueron compatibles con la caída del sexto piso pero que no tenía aquellas típicas de defensa o resistencia, algo que favorecería en la causa al empresario.