Los alegatos por el homicidio al custodio del Bingo Golden Jack de Solano acontecido en 2013 se realizaron ayer en los Tribunales de Quilmes. Por el crimen el fiscal desistió de la acusación por falta de pruebas en contra de Héctor Rodríguez, en tanto que sostuvo los cargos por el robo y le solicitó ante los jueces del Tribunal Oral N° 4 de Quilmes una condena a 6 años y 8 meses de prisión. La defensa del encartado solicitó la libre absolución y la semana próxima habrá veredicto de los jueces Alberto Ojeda, Andrea Calaza y Sandra Fragomeni.
De esta manera el crimen del custodio continúa sin responsables debido a que en un primer juicio años atrás el Tribunal Oral N° 2 de Quilmes había pronunciado veredicto absolutorio para otros procesados.
Vale recordar que durante la instrucción el imputado Héctor Rodríguez había sido mencionado por algunos de los testigos en el proceso y sumado a algunas de las pruebas producidas en las audiencias celebradas en la sede del 3° piso de la sede penal, el doctor Claudio Pelayo alegó por una pena de 6 años y 8 meses de prisión.
A su turno, la defensa particular de Rodríguez, a cargo del doctor Jorge Sale, hizo hincapié en la “falta de elementos” dados en el juicio, la mayoría de los testigos convocados fueron policías que participaron de las investigaciones y coincidieron en no recordar precisiones del homicidio del custodio de la casa de juegos sita en la Avenida 844 al que mataron con ráfagas de ametralladora.
El homicidio del custodio del bingo solanense ocurrió a las 9.45 del 30 de septiembre de 2013 en la puerta del Banco Provincia ubicado en la avenida 844 al 2544 de San Francisco Solano, partido de Quilmes. Isidoro Pucheta, quien trabajaba como empleado de seguridad en el bingo Golden Jack, trasladaba junto a otros dos vigiladores desarmados, dos sacas con 120.000 pesos desde la casa de juegos ubicada en la misma cuadra, avenida 844 al 2516, hacia la sucursal bancaria.
Varios de los asaltantes, fuertemente armados, fueron los que rodearon y abordaron a los hombres de seguridad. Al ver a los asaltantes, Pucheta extrajo de entre sus ropas su pistola 9 milímetros, pero no llegó a disparar y los delincuentes abrieron fuego contra el empleado de seguridad con un fusil y una ráfaga de ametralladora. Las pericias determinaron que hubo al menos 15 balazos y que los delincuentes dispararon con una ametralladora calibre 45 y un fusil de asalto 9 milímetros. Al día siguiente del hecho, en la localidad de Monte Grande, un hombre con antecedentes identificado como Sergio Lemos, apareció muerto a balazos en el interior de un auto Volkswagen Fox.
Crimen impune
En consecuencia a partir del desestimiento de los cargos del fiscal, el tremendo crimen de Pucheta sigue impune. Años atrás en otro juicio los encartados Ariel Benítez, Juan Cosentino, Juan Carlos Barrera Reynoso, Alejandro Capdevilla y Héctor Capdevilla eran absueltos a raíz que el fiscal también había retirado los cargos por la falta de elementos para poder acusarlos.