En el marco del Plan de Infraestructura Penitenciaria, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó ayer el acto de inauguración de la Alcaidía de Lomas de Zamora, junto al jefe de Gabinete, Martín Insaurralde; el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak; y la directora provincial de Alcaidías Departamentales, Paula Montero.
“La situación penitenciaria arrastra falencias estructurales que alcanzaron un récord de sobrepoblación durante el periodo anterior”, expresó Kicillof y agregó: “Lo primero que hicimos cuando asumimos fue invertir el método de trabajo: en la Provincia se dejaron de esconder los problemas y empezamos a llevar adelante las inversiones necesarias para resolverlos”.
En ese sentido, el Gobernador señaló que “el hacinamiento y la situación de los calabozos en las comisarías también tienen un impacto en materia de seguridad ciudadana porque son cuestiones que impedían bajar la reincidencia”. “Con las alcaidías el objetivo es poner las cosas en su lugar: despejar los calabozos de las comisarías y que los policías de la Provincia se aboquen a la prevención del delito en los barrios”, añadió.
A partir de una inversión de $1.713 millones, se construyó este espacio de 5.600 metros cuadrados, con capacidad para 312 plazas distribuidas en tres módulos de dos niveles, con cuatro pabellones cada uno. Funcionará como un ámbito de detención transitoria para evitar el uso de las comisarías durante las instancias del proceso judicial.
“Quienes cometieron un delito deben cumplir su pena en un lugar digno. Es fundamental para cumplir con nuestro objetivo de que las y los vecinos vivan en paz, ya que para eso es necesario continuar fomentando la reinserción a través de la inversión y la decisión política de un Estado presente”, sostuvo Insaurralde.