Julieta Valdez y su hijo Ignacio son víctimas de IOMA, ella está desesperada. Es la mamá de Mariano Ignacio Bordón, un nene de 14 años con parálisis cerebral de nacimiento que desde hace cuatro meses se encuentra internado en el hospital Posadas y ya cuenta con el alta para irse a casa con internación domiciliaria. Pero la burocracia de siempre de IOMA, la obra social de la provincia de Buenos Aires, hace oídos sordos al reclamo incluso por vía judicial.
Madre e hijo viven solos en una casa humilde de William Morris, en Hurlingham. “Ni siquiera hay una mirada de género frente a este tema tan delicado. Hay incluso imposición de astreintes, que es dinero que deben abonar los responsables por cada día de incumplimiento, y tampoco”, reflexionó ante la consulta de Primer Plano Online la abogada Silvina Arnouil, patrocinante legal de la mamá del chico.
Mariano sufre una encefalopatía no evolutiva permanente, y permanece alojado en la sala de Pediatría Infantil del mencionado nosocomio desde el 3 de marzo de este año. Ya tiene la recomendación médica de volverse a casa con los cuidados de rigor, porque permanecer en el establecimiento es riesgoso por la chance ce sufrir infecciones intrahospitalarias. Pero IOMA no responde.
Ante la falta de cumplimiento del organismo provincial, su mamá recurrió a la justicia y el Juzgado de Familia Nº 8 de Morón, a cargo de la jueza Patricia Alejandra Jarowitzky, le dio vía libre a una medida cautelar para que, mediante el amparo presentado, el nene pueda acceder a la medicación y aparatología, además de los profesionales de rigor, en su domicilio.
“IOMA no le da trámite a la cuestión. Se encuentran notificados de la medida cautelar con fecha 14 de abril. Tratan la cuestión como si fuera un trámite administrativo simple, sin ser expeditivos. Hay absoluta desidia hacia la vida humana”, enfatizó la abogada en diálogo con este medio. A partir de los reiterados incumplimientos ahora apeló a la intervención de la fiscalía de turno para que se investigue a los responsables del organismo por el presunto delito de desobediencia y abandono de persona.
El chico depende de tecnología y personal para poder vivir y tiene orden médica para todo. Son, en total, 37 ítems, entre los que hay desde un respirador portátil volumétrico con batería y alarma hasta un tubo de oxígeno de cinco litros, cama ortopédica con colchón antiescaras, enfermeras durante las 24 horas todos los días, kinesiólogo y pediatra. Hay también insumos para curaciones de su traqueostomía.
“IOMA no se mueve en el expediente judicial, nada más presentan papelitos como si la vida del otro no valiera nada. Tanto la jueza como yo estamos haciendo lo que podemos y no pasa nada”, concluyó Arnouil, a la espera de respuestas de la obra social.