El oficial de la Policía de la Ciudad señalado el jueves por un principal de la fuerza porteña como quien ayudó a plantar el arma que se secuestró en el automóvil en el que iba Lucas González, el adolescente de 17 años atacado a tiros junto a tres amigos en 2021 en el barrio de Barracas, fue detenido en el partido Lomas de Zamora, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Facundo Matías Torres quien, de acuerdo a la declaración de Héctor Claudio Cuevas (50) en el juicio oral por el crimen del futbolista, arribó a la escena del crimen en una moto y colaboró con el oficial Gabriel Alejandro Issasi (47) en la maniobra de encubrimiento.
Fuentes judiciales informaron a Télam que el pedido de detención del oficial Torres fue solicitado ayer por el fiscal Leonel Gómez Barbella y por el abogado Gregorio Dalbón, que representa como particular damnificado a la familia del adolescente asesinado.
La captura de Torres, que seguía en funciones en la Policía de la Ciudad, se concretó hoy tras un procedimiento realizado en su domicilio de Lomas de Zamora por la Policía Federal Argentina (PFA).
Además, fue secuestrado su teléfono celular, informaron fuentes judiciales.
Torres quedó apuntado el jueves luego de la declaración que brindó el principal de la Comuna 4D Cuevas ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25, en una nueva jornada del juicio oral por el homicidio de Lucas.
Cuevas aseguró que vio al oficial Gabriel Alejandro Issasi (41) vestido de civil cuando “tira el arma” en la parte trasera del vehículo, luego de que otro de los policías enjuiciados, el subcomisario Roberto Orlando Inca (47), le indicó “anda a poner eso”.
El principal contó que él estaba en la escena del crimen cuando vio llegar a Inca primero e impartir indicaciones a los otros efectivos allí presentes, tras lo cual, arribó un oficial de apellido “Torres” en una moto, junto a un hombre vestido de civil y con “gorrita blanca”.
Según el declarante, esta persona va a hablar con Inca, que estaba cerca de él y escuchó cuando el subcomisario le dijo “andá a poner eso”.
Luego, la misma persona se acercó hasta la parte trasera del Volkswagen Suran -en el que iban Lucas, Julián Salas (19), Joaquín Zuñiga (19), y Niven Huanca (19)-, que estaba abierto y “tira el arma”.
Ante la declaración de Cuevas, tanto Dalbón como los fiscales Guillermo De la Fuente y Gómez Barbella plantearon que se solicite a la Oficina de Transparencia de la Policía de la Ciudad informes sobre la geolocalización de la moto del efectivo Torres y de su celular para chequear los datos aportados por el principal arrepentido.
El informe comprobó que Torres se desplazó por la zona en donde se produjo el crimen y también se dirigió ida y vuelta a la Comisaría Vecinal 4D.
Asimismo, una cámara de seguridad registró el paso de una moto de la Policía de la Ciudad, la cual sería conducido por Torres, y cuyo acompañante es Isassi, lo que puede corroborarse mediante la vestimenta que presentaba el día del hecho.
Tras ser detenido, Torres quedó alojado en una dependencia policial y será indagado el próximo lunes a las 10 por la jueza Vanesa Peluffo, a cargo del Juzgado Criminal y Correccional 7.
El juicio continuará el próximo 6 de junio, cuando se espera que, tal como lo adelantaron varios defensores, declaren otros policías acusados a raíz de lo que contó Cuevas.
Además de Issasi, a este juicio llegaron imputados del homicidio el oficial mayor Fabián Andrés López (48) y el oficial Juan José Nieva (37).
El crimen del jugador de las divisiones inferiores del club Barracas Central fue cometido el 17 de noviembre de 2021 cuando iba junto a sus amigos a bordo de un Volkswagen Suran que fue interceptado por un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad que les hicieron señas para detenerse.
Como no tenían identificación policial, los chicos pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, momento en que los efectivos les dispararon y un balazo impactó en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el hospital El Cruce de Florencio Varela.
De acuerdo con la investigación, tras disparar contra los jóvenes, los policías intentaron simular que se había tratado de un enfrentamiento con delincuentes, maniobra a la que se habrían sumado otros efectivos, que “plantaron” un arma en el auto de las víctimas.
A los tres miembros de la Brigada la Justicia les adjudica la coautoría del delito de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial”.
Además, enfrentan cargos por las “tentativa de homicidio agravado, falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley”, en el caso de los amigos de Lucas.
En tanto, otros 11 policías de la Ciudad, también detenidos, están siendo juzgados por el encubrimiento del crimen de Lucas y las torturas a las que fueron sometidos los otros chicos.
Se trata del comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4 Daniel Alberto Santana (50); el comisario de la Comuna Vecinal 4A, Rodolfo Alejandro Ozán (54); el comisario de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Alberto Du Santos (51); el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús Chocobar (48) y el comisario Juan Horacio Romero (51) y el subcomisario Inca, ambos de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4.
También son juzgados el principal Cuevas y los oficiales de la Comisaría Vecinal 4D Sebastián Jorge Baidón (28), Jonathan Alexis Martínez (34), Ángel Darío Arévalos (34) y Daniel Rubén Espinosa (33).