En medio del vorágine de las elecciones y su avalancha pautada de nimiedades, se pierden las noticias que realmente importan y que informan de la vida diaria y las vicisitudes de los vecinos y también de pequeños actos de heroísmo.
La llamada al 911 alertaba de una emergencia de salud. “Estábamos a la vuelta del domicilio”, nos cuenta el oficial de la policía bonaerense Gastón Aranda, quien junto con el oficial Brian Piriz estaba patrullando por la zona.
Eran las 8 de la mañana y la patrulla se dirigió a un domicilio cerca de la esquina de Casacuberta y Salcedo, Wilde. Una nena de 8 meses había caído en una bañera y presentaba signos de de ahogamiento. “La madre sale desesperada, yo soy el primero en asistir al bebé”, continúa Aranda.
“Mi primer impacto fue ver a la bebé que no podía respirar y estaba muy morada. Tenía las vías respiratorias obstruídas por el agua”, relata Aranda en comunicación telefónica con En La Mira. “Mi primer impulso fue darle la vida, inculqué todo lo que aprendí en la escuela de policía y de ser padre”; Aranda tiene dos hijos y es un agente muy joven. “La nena dio una señal de que podía respirar después de largar un poquito de agua y ahí respiró más relajada. Gracias a Dios la pude asistir bastante rápido antes de ir al UPA más cercano.”
El entrenamiento de la policía incluye métodos de asistencia en primeros auxilios y resucitación cardio pulmonar (RCP), además deben asistir a cursos de recapacitación con frecuencia y por iniciativa propia, cada agente, como en el caso de Aranda, se informa, entrena y perfecciona por su cuenta. “En mi caso, me paso mirando videos aunque sean diez minutos para refrescar la memoria y tenerlo presente en el día a día”.
Fuente: http://www.enlamira.info/