El camionero condenado a prisión perpetua por el femicidio de su expareja policía había amenazado a la víctima con que la iba a “partir al medio” cuando menos se lo imaginara y que ni se iba a “dar cuenta” del ataque, el cual fue planeado por él, quien se escondió en el departamento de ella, donde finalmente la mató de 16 puñaladas en octubre de 2017 en Berazategui.
“Cuando menos te lo imagines te parto al medio. No te imaginás. No te vas a dar cuenta cuando esté cerca”, fue uno de los mensajes que le envió Sergio Maciel (46) días antes del crimen a la oficial Verónica Cordary, con quien tenía cuatro hijas en común.
El camionero la amenazaba con que si ella le negaba ver a las “nenas” se iba a “pudrir mal” porque él estaba “re loco”. “Así que pensalo bien”, fue la advertencia del femicida, quien le dijo que “podía pasar un año, un mes, lo que sea” para que él cumpliera con sus amenazas.
A su vez, durante el juicio que terminó la,semana pasada en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Quilmes se dio por probado que el ataque finalmente se produjo en el interior del departamento de la víctima, al que Maciel llegó antes que ella para esperarla allí escondido.
Para los pesquisas, desde que estaba separados, él no tenía llaves propias para ingresar al inmueble, sin embargo, es probable que la noche anterior él se haya apoderado de unas llaves de alguna de sus hijas, a las que había dejado a dormir en la casa de su madre, dijeron los informantes.
De esta manera, cuando la oficial de la Policía Local de Berazategui entró sola a su departamento fue sorprendida en el living por Maciel, quien le aplicó 18 puñaladas que le provocaron la muerte. En un fallo unánime, el TOC 1 de Quilmes condenó a Maciel a prisión perpetua por el delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género”.