Internos de varios penales dependientes del Servicio Penitenciario Bonaerense se encuentran en huelga de hambre con una batería de reclamos para el gobernador entrante, Axel Kicillof, que fueron pedidos durante la gestión de la saliente mandataria María Eugenia Vidal: arrestos domiciliarios para procesados o condenados sin sentencia firma y mejores condiciones de alojamiento para terminar con el actual estado de hacinamiento carcelario, confirmaron fuentes judiciales. Entre las unidades se encuentran la del Complejo Penitenciario de La Capilla.
La protesta comenzó esta semana y se extendió en la mayoría de unidades penales de la provincia de Buenos Aires. Los ejes centrales de los reclamos son:
-Libertades o arrestos domiciliarios para los procesados sin condena.
-Arrestos domiciliarios para los condenados sin sentencia firme.
-Mejores condiciones de alojamiento carcelario.
-Mayor celeridad en la tramitación de las causas penales.
Mientras se desarrolla esta huelga de hambre, varios colectivos sociales dedicados a defender los derechos de las personas privadas de su libertad presentaron un amparo por la falta de entrega de alimentos a la población carcelaria.
La medida cautelar tramita en la justicia de la capital provincial que deberá expedirse sobre el servicio alimentario que reciben las y los detenidos. Mediante un comunicado firmado por las asociaciones Miguel Bru, La Cantora, OTRANS Argentina e H.I.J.O.S. La Plata se dejó planteada la incógnita sobre “cuáles son las verdaderas intenciones por las que el gobierno saliente, en manos de Eugenia Vidal”, “no alimenta a la población carcelaria. Es por su odio de clase, por acuerdos con los proveedores de alimentos, o la verdadera razón es plantear un escenario hostil y violento al interior de los contextos de encierro de la provincia de Buenos Aires, altamente superpoblados, a días de la entrega del mando a un gobernador electo que claramente está comprometido con la defensa de los derechos humanos”.