La justicia marplatense ratificó hoy la condena de un año y medio de prisión, de ejecución condicional, para un joven que en julio de 2022 detonó una bomba de fabricación casera en el colegio Don Bosco, como parte de un reto viral de la red social TikTok, y le causó la pérdida de audición a una alumna.
La sentencia, firmada en las últimas horas por la jueza Mariana Irianni en el Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil N°2, está en sintonía con lo acordado a mediados de junio en una audiencia multipropósito, en la que participaron el fiscal Walter Martínez Soto, el imputado junto a la abogada Fabiana Valledor, miembros de la Asesoría de Menores y los padres de la víctima junto a la abogada Adelina Martorella.
En la resolución, se calificó al hecho como “lesiones graves” y se impuso una condena de ejecución condicional, mientras el joven de 18 años -cuya identidad no se dio a conocer en la prensa por ser menor al momento de lo ocurrido- constituya domicilio y notifique cualquier modificación, además de mantener la intervención del Centro de Referencia y la actuación del equipo de operadores especializados.
El acuerdo había sido alcanzado tiempo atrás por Martínez Soto, la abogada del imputado, Fabiana Valledor, miembros de la Asesoría de Menores y los padres de Azul Zabaleta (15), la damnificada, junto a su abogada Adelina Martorella.
Las condiciones impuestas en la sentencia vencerán el 13 de junio de 2025 en virtud de la fecha de ratificación del acuerdo de juicio abreviado.
La jueza Irianni consideró como agravantes la extensión del daño causado a Zabaleta y, en particular, el estado de conmoción que causó en la institución educativa.
En cuanto a los atenuantes, tuvo en cuenta que el joven estuvo a derecho durante todo el proceso, así como su voluntad de someterse a una solución alternativa, porque implica un reconocimiento tácito de culpabilidad y como tal asunción de responsabilidad por el acto.
El caso ocurrió el 8 de julio del 2022, cuando, en la galería de planta baja del colegio Don Bosco, durante el segundo recreo, se produjo la explosión de un artefacto de fabricación casera, que otros alumnos habían logrado ingresar a la escuela para realizar un reto difundido por la plataforma “Tik Tok”.
La “bomba casera” en verdad era una botella plástica, a la que se le introducía cloro y agua para provocar una reacción química cuya liberación de gases derivaba en una explosión.
Al detonar la botella, la alumna Azul Zabaleta sufrió aturdimiento y un desmayo, y diferentes evaluaciones médicas confirmaron una disminución de su capacidad auditiva.