“Primero me había dicho que estaba enojado con Titi (en relación a Altamura) por el lío en que nos había metido, aunque una semana después dijo que lo había ayudado a escaparse por deudas que tenía con la Municipalidad de Quilmes”; fueron los tramos más salientes de la declaración de Camila Gramajo, la exnovia del imputado Darío Dening al comparecer ayer en el juicio ante el Tribunal Oral N° 3 en el marco del juicio que se sigue al encartado acusado de haber robado y matado a Salvador Altamura, el abogado quilmeño desaparecido el 13 de julio de 2020 y del que nunca más se supo su paradero. La semana próxima seguirá el juicio oral y público.
Con respuestas evasivas a preguntas de la fiscalía como del particular damnificado, la joven respondió a muchas consultas “no me acuerdo”. Vale remarcar que Gramajo estuvo detenida un mes por la causa aunque luego fue desligada del proceso.
La mujer declaró en gran parte de la jornada de audiencia de la víspera en la sala de la planta baja de los Tribunales de Quilmes y en los tramos más relevantes deslizó que Altamura, la víctima, se habría ido por su propia voluntad ante deudas que no podía afrontar “con la ayuda de Darío Dening (el imputado)”. Gramajo acompañó a Dening luego del 13 de julio de 2020 y se hospedó en una habitación del Quilmes Apart Hotel junto al procesado.
Luego del relato de la mujer fue convocada la mamá de ésta que en igual línea se mostró renuente a responder a las consultas, aunque comenzó a recordar una vez que el doctor Andrés Nieva Woodgate confrontara a la testigo con sus declaraciones en el marco de la instrucción penal preparatoria. Fue allí que recordó que Dening había comprado una moto y que la había abonado con dinero en efectivo como que la había puesto a nombre de ella para luego tramitar la cédula azul que le permitía circular al novio de su hija.
La señora, de profesión técnica en laboratorios, agregó además que al conocer por los hechos cuando tomaron notoriedad pública había discutido con su hija por el “lío en que estaban metidos”; más adelante puntualizó que ya estando detenido Dening, Pablo Dening (hijo del primero) se comunicó con ella para decirle que debían vender la moto para abonar los honorarios de los abogados que defendían al imputado.
La campera de Salvador
Los últimos en declarar en la víspera fueron -vía remota- dos policías de la provincia de Entre Ríos, donde fue detenido Dening tras haber estado prófugo de la Justicia; que coincidieron en señalar que el 31 de agosto, en ocasión de la captura, el mismo Dening les pidió al momento de secuestrar sus efectos personales que “guardasen la campera, porque era de su amigo de la última vez que lo había visto”.
En el marco de la causa muchos reconocieron esa prenda como perteneciente a Altamura y que la tenía en su poder Dening al momento de su detención en la provincia del litoral.
Los hechos
Altamura era abogado pero no ejercía la profesión, corría en forma amateur carreras de motociclismo, había vendido una empresa de polietileno y polipropileno, y hasta que desapareció continuaba con la importación de las materias primas para ese rubro industrial.
La víctima fue vista por última vez el 13 de julio de 2020, a las 17.08, en las inmediaciones o en el galpón situado en la calle Rodríguez Peña 1210 de la localidad de Bernal junto al acusado.
Para la fiscalía, luego de asesinar a su amigo, el acusado tomó la moto de la víctima y se dirigió hacia su departamento, ubicado en la calle 25 de Mayo 217, en pleno centro de Quilmes, donde “se apoderó ilegítimamente de una suma de dinero no especificada y un arma de fuego calibre 9 milímetros” propiedad del abogado.
Una de las pruebas que remarcó la fiscalía fue que luego de la desaparición del abogado, Dening compró un televisor, dos celulares y se halló un comprobante de pago para un estudio de abogados por la cifra de cinco mil dólares.
Al momento de ser detenido, mientras intentaba ingresar en bicicleta a la provincia de Entre Ríos, el imputado tenía en su poder la suma de 386.662 pesos y 31.500 dólares, con los que intentó sobornar a los agentes para que lo dejaran libre, y vestía una campera que era de Altamura.