El financista Leonardo Fariña quedó detenido tras haber declarado cuatro horas por una infracción al Régimen Penal Cambiario, imputado por lavado de dinero, mientras que otros cuatro implicados en el mismo caso fueron excarcelados.
Fariña se presentó ante el juez en lo Penal Económico Pablo Yadarola, y según pudo confirmar la agencia Noticias Argentinas, negó ser el dueño de la financiera donde lo habían encontrado, y confió que solamente había ido a visitar al dueño de la empresa.
Además, solicitó al magistrado que se monitoreen sus ingresos a esa oficina, ubicada en el barrio porteño de Belgrano, y para ello pidió que se chequee la lista de entradas al mismo y el GPS de su tobillera electrónica.
Al salir de la indagatoria, que se llevó a cabo en el edificio de avenida de Los Inmigrantes, los abogados de Fariña -Rodolfo Herrera y Mariano Di Giuseppe- afirmaron a la prensa que en los próximos días definirán si solicitan la excarcelación, y ratificaron los dichos de su cliente en torno a su presencia en la
“cueva”, donde se realizaban operaciones con moneda extranjera de manera clandestina. “Es ajeno a todo lo que se limputa”, aseguraron.
Por otra parte, y cuando le leyeron la imputación le aseguraron que la cantidad de dinero secuestrado ascendía a 211 millones de pesos, “no 537, como se dijo en un principio”, advirtieron los letrados.
Los otros imputados en la causa son dos hombres y dos mujeres que se encontraban en la “cueva” allanada la semana pasada: los hermanos Damián Alejandro Frare, de 26 años, y Romina Mariela Frare, de 25, y una pareja integrada por Antonella Somma, de 32 años, y Carlos Senande, de 28.
El Régimen Penal Cambiario establece penas de hasta ocho años de prisión para “toda negociación de cambio que se realice sin intervención de institución autorizada para efectuar dichas operaciones”.
La norma también reprime “operar en cambios sin estar autorizado a tal efecto; (…) toda operación de cambio que no se realice por la cantidad, moneda o al tipo de cotización, en los plazos y demás condiciones establecidos por las normas en vigor”.
La pena inicial para ese tipo de delitos es sólo de multa y comienza a contemplar la condena a prisión a partir de la primera reincidencia.
Fariña estaba en libertad pero monitoreado con tobillera electrónica por la condena a tres años y medio de prisión que le fijó la Cámara de Casación y que está firme.
Al financista le quedaba más de un año de prisión efectiva para cumplir, pero no fue ordenada su detención –pese a que el fiscal Abel Córdoba la había pedido- porque accedió al régimen de libertad condicional.
En 2019, la Cámara de Casación le anuló una condena a cuatro años de cárcel en una causa por evasión.