Laura Conortí lucha contra la leucemia desde agosto del año pasado y el siguiente paso en su tratamiento es encontrar un donante adecuado.
A Laura Conortí le detectaron leucemia mieloide aguda en agosto de 2019. Para completar su tratamiento necesita un trasplante de médula ósea, pero sus hermanos no son compatibles con ella, por lo que su única esperanza radica en encontrar un donante en un Banco Mundial de Médula Ósea.
Laura, de 42 años, empezó el 12 de diciembre los trámites para acceder a un donante con el Hospital Alemán, con su obra social, Unión Personal, y con el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai). Pero la fecha le jugó una mala pasada.
El pedido fue elevado a la Superintendencia de Salud, que debe costear los gastos de iniciación de su trámite, que incluye el envío de una muestra de sangre al banco de médula ubicado en Estados Unidos.
Pero tras el cambio de Gobierno la entidad quedó acéfala hasta que sea nombrada su nueva autoridad.
“Como no teníamos respuesta iniciamos el reclamo y nos informaron que en la actualidad la Superintendencia de Salud no tiene un director nombrado, por lo tanto nadie va a firmar para autorizar la salida de mi cheque”, explicó Laura en un video que espera que se haga viral.
La mujer señaló que “no hay partidas presupuestarias, y por lo tanto la búsqueda no se va a iniciar” hasta que no haya una firma autorizada.
“Así como estoy yo seguramente haya otras situaciones. Recurro a este video como para poder viralizarlo y que llegue a la Presidencia de la Nación”, contó Laura, que ya envió un mail a Presidencia para dar a conocer su situación.
“Lo que necesito es que alguien pueda firmar este cheque y autorizar el pago de mi búsqueda ya que siguen pasando los días y yo en la actualidad me encuentro realizando quimioterapia de consolidación, para mantener la enfermedad inactiva”, expresó la mujer.
La enfermedad está en remisión gracias al tratamiento de consolidación, pero el tiempo es mezquino con pacientes como Laura.
“Necesito que se mantenga así hasta llegado el trasplante de médula. A medida que pasan los días es más quimio para el cuerpo, más droga y más espera, lo cual implica más deterioro”, señaló.
“Para el sistema soy un número de expediente”, expresó la mujer, pero agregó: “pero detrás de ese número de expediente está Laura, la mamá de Salvador y Juana”.