Uno de los hechos más violentos por sus características dado en los últimos años estará a cargo este año del Tribunal Oral Criminal N° 1 de Florencio Varela. Los magistrados Florencia Butiérrez y Jorge Moya Panicello fijarán fecha para el debate que tendrá sentado en el banquillo de los acusados al sujeto que ingresó al albergue transitorio Susurros con Carolina Medina, la joven que murió desangrada, en octubre del 2018, en una habitación del hotel luego que le introdujeran en la zona genital envases de vidrio que le provocaron las heridas.
Ariel Norberto García, el imputado por los hechos, está preso desde horas después del homicidio cuando su mismo papá lo entregó a la Policía. Está procesado por el homicidio de Carolina Medina, la embarazada que fue hallada muerta en un hotel alojamiento de Florencio Varela. García había sido detenido por el homicidio de Medina por la patente del coche.
El Ford Focus que conducía y era captado por las cámaras de seguridad del hotel “Susurros” cuando había entrado con la víctima, a las 9.45 en octubre del año pasado; también, cuando se iba solo, rompiendo la barrera de ingreso, a las 12.33; escapando y dejando agonizando a la mujer con la que había ingresado.
La cámara de seguridad del hotel fue clave para detenerlo. En su fuga, la cara del sospechoso quedó registrada al igual que la patente de su Ford Focus. Con este último dato la Policía Bonaerense fue primero a un domicilio de la zona vinculado al vehículo pero allí una mujer les dijo que el auto lo había vendido en 2015.
Luego, una pista los llevó a la calle Carriego 32, en Don Bosco, hogar de la exmujer de García. Allí estaba el hombre, que primero intentó evadir a los efectivos haciéndose pasar por otra persona, pero finalmente fue detenido. Para García la pena que le espera en caso de ser encontrado responsable penal de los hechos es la de prisión perpetua, se prevé que en el curso del presente año el TOC 1 determine la fecha en que se sustenciará el proceso.
Aberrante
Los primeros datos del informe final de la autopsia practicada a la víctima, Carolina Medina (25), embarazada de siete meses, son realmente espeluznantes. Los galenos que practicaron la necropsia encontraron dos envases de cerveza en el cuerpo de la víctima y son los elementos que ocasionaron lesiones que provocaron que se desgarrara y desangrara en muy poco tiempo. No se trató de un juego sexual sino de un brutal femicidio.