Una vez más, la idea que se deslizó a fines de diciembre volvió a tomar cada vez más fuerza en la agenda de la política y la economía nacional. Todo ocurrió cuando el Presidente Javier Milei confirmó que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) imprimirá y pondrá en circulación billetes de $20.000 y $50.000.
“Es una tortura el tema de los billetes… Yo entiendo que los kirchneristas impulsaran esta artimaña para tratar de quitarle velocidad de circulación al dinero”, señaló el mandatario nacional en su momento.
Horas antes del anuncio del jefe de Estado, el presidente del BCRA, Santiago Bausili, anticipó esta decisión a los bancos. En la actualidad, el billete de máxima nominación es el de $2.000, que en la práctica equivale a dos dólares y alcanza para muy poco.
En tanto, ahora, unos días después, trascendió que los actuales funcionarios nacionales creen que ya sería hora de la creación de estos billetes.
En ese aspecto, se destacó que el objetivo sería simplificar el funcionamiento de la cadena de pagos, pero además ordenar un sistema donde la emisión monetaria también presiona sobre los precios de la economía.
Para mencionar ejemplos, es importante destacar que las unidades de $1.000 crecieron en volumen más de 9 % desde que asumió Milei a mitad del mes pasado, para alcanzar a superar los 5.700 millones de ejemplares y representar ahora el 55 % del total de las denominaciones en circulación entre bancos y el público, según se desprende de los últimos datos oficiales del BCRA.
Mientras tanto, el actual billete de máximo valor, el de $2.000, en unidades aumentó su impresión en la última quincena del año un 29 % y en todo diciembre un 116 %.
Desde que el billete de 2.000 empezó a circular hace ocho meses, ya perdió más de 55 % de su poder de compra por la escalada inflacionaria.
En la actualidad, la producción de la Casa de la Moneda está centrada en los billetes también de $2.000, mientras que los de menor denominación ya no serán producidos.
En el año 2017 cuando fue lanzado el billete de 500 pesos equivalía a 33 dólares. Mientras que el de 1.000, a 58 dólares.
Es por eso que los expertos sugieren que la creación de diseños de $20.000 y $50.000 sería lo más conveniente, teniendo en cuenta su posible valor cuando salgan a la calle.