Un jubilado de 87 años fue tomado de punto por delincuentes, que ingresaron a robar en su vivienda de Berazategui dos veces en los últimos 20 días. En la última oportunidad, lo golpearon salvajemente porque no tenía dinero y, antes de irse, orinaron sobre su colchón.
Pierino vivió un verdadero infierno. Hace tres semanas, dos sujetos habían ingresado en su domicilio y se llevaron el poco dinero que tenía de su jubilación y algunos objetos de valor. Cuando todavía intentaba reponerse de ese hecho delictivo, la inseguridad lo volvió a golpear.
De nuevo, dos sujetos entraron a su propiedad ubicada en inmediaciones de las calles 16 y 115. Pierino se encontraba sólo en el hogar, ya que la mujer que lo cuida durante las noches se había retirado minutos antes a descansar.
Fue en ese momento que dos delincuentes treparon por un tapial hasta el techo de la vivienda, descendieron por el patio y, desde ahí, violentaron una puerta de entrada a patadas. Apenas tuvieron acceso al interior de la casa atacaron a Pierino y le exigieron que les entregara todo el dinero.
Como había sido desvalijado hace pocos días, el humilde jubilado no contaba objetos de valor y mucho menos dinero, ya que su familia comenzó a administrarlo para evitar que se lo vuelvan a robar.
Al no poder llevarse plata y nada de valor, los malvivientes comenzaron a golpear a Pierino provocándole cortes y hematomas en la cara y los brazos. No conformes con eso, fueron hasta el dormitorio del hombre y orinaron sobre la cama, arruinando el colchón.
Producto de los salvajes golpes que recibió, el octogenario de Berazatregui fue asistido por personal del SAME, que llegó hasta su hogar luego de que los vecinos dieran aviso a la Policía tras llamar al 911.
Tras recibir curaciones y ser sometido a una serie de estudios médicos, el abuelo fue dado de alta y, según informaron sus familiares, se encuentra en buen estado de salud y únicamente debe iniciar una recuperación de su parte anímica.