El ladrón que quedó ayer detenido por robar en un colectivo 159 y amenazar a todos los pasajeros en Berazategui tiene antecedentes penales y pesa sobre él una pena de más de 7 años de prisión por robo calificado. Vale recordar que el sábado fue reducido y recibió dos balazos. En la víspera además, a requerimiento del fiscal Cristian Granados el juez de Garantías convalidó la detención luego que se negara a declarar al ser indagado; el responsable de la investigación asimismo tomó declaración informativa al miembro del UTOI que luego quedó en libertad.
Durante la jornada se acreditó que Gabriel Pedro Semeszuk tiene antecedentes penales y pesa sobre el una condena por robo calificado, ayer el fiscal lo indagó y solicitó al juez de Garantías N° 7, Gustavo Mora que la aprehensión se transforme en detención lo que fue avalado por el magistrado.
Asimismo se le tomó declaración informativa al miembro del UTOI que baleó a Semeszuk, se negó a declarar y desde la fiscalía quedó en libertad. El hecho de inseguridad ocurrió a bordo del interno 51 de la línea 159, en la avenida 14 y calle 106, a metros de la terminal que la empresa Micro Ómnibus Quilmes SA (Moqsa) tiene en Berazategui.
El día y la hora –sábado a las 18.30– fueron circunstancias clave para que la balacera dentro de un colectivo no se transformara en una tragedia y solo dejara como saldo al delincuente herido de dos disparos.
Según consta en la causa, en base al testimonio de pasajeros, el chofer y el policía que efectuó los disparos, el delincuente con antecedentes penales, se subió al colectivo detrás de una mujer y su hija adolescente de 16 años. Aprovechó que el 159 paró para que abordaran las mujeres y se metió detrás de ellas sin sacarse el casco. Se ubicó en el asiento detrás del chofer, sin pagar, y comenzó a hablarle al conductor que le había exigido que se baje si no pagaba.
En ese momento, se levantó, le apoyó al chofer en la espalda algo duro y le robó el celular. Luego le exigió que le abra la puerta de adelante para que se baje. Lo que no sabía el delincuente es que entre los pasajeros viajaba, vestido de civil, un sargento de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que revista en la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) de Quilmes y estaba de franco de servicio.
Tras las amenazas y el pedido del delincuente al chofer para que abriera la puerta delantera de la unidad, el policía se identificó, dio la voz de alto, extrajo su arma y efectuó seis disparos al delincuente, que recibió dos impactos de bala.
Uno de los proyectiles alcanzó al ladrón a la altura de la cintura, del lado izquierdo, en tanto que el otro proyectil impactó en su brazo izquierdo. Ninguno de los disparos le provocó heridas que pusieran en riesgo la vida del ladrón.
Tras haber sido herido por las balas, el delincuente terminó siendo reducido y, posteriormente, fue trasladado al hospital Evita Pueblo, de Berazategui, donde permaneció internado, fue indagado y ahora ha quedado detenido.