La Justicia de Quilmes dictó ayer por unanimidad el veredicto absolutorio para los dos imputados por el homicidio del adolescente Marcos Mendoza en Ezpeleta cuando años atrás quiso defender a sus padres que eran víctimas de una entradera al llegar a su casa. Con palabras claras el doctor Pablo Pereyra, autor del primer voto al que luego adhirieron los jueces del TOC 2 Rodrigo Bagini y Félix Roumieu, explicó a los presentes en la sala B “que más allá de los reconocimientos dados en la instrucción del proceso; las evidencias se fueron derrumbando y no alcanzaron para convalidar un veredicto de condena”. Al mismo tiempo los encartados Rocio Dávalos y Danilo Castro si fueron hallados responsables penales de hechos de robo dados en 2020 en Quilmes y se les aplicaron penas de entre 2 años y 9 meses (Dávalos) a 4 años de prisión (Castro).
Previo a comenzar con la lectura del veredicto el juez Pereyra explicó a los presentes en la sala de juicio el decisorio que por unanimidad absolvió a los procesados de los cargos más graves en torno al homicidio del adolescente Mendoza: “la investigación debe seguir y tenemos aqui una injusticia que es la pérdida de la familia que es víctima pero ante ello no podemos condenar a dos inocentes sin pruebas que nos permitan llegar a la certeza en torno a la responsabilidad penal”.
“Siempre debemos tener algún elemento más que los reconocimientos positivos, las evidencias se han derrumbado a lo largo de las audiencias y por el beneficio de la duda nos hemos volcado por la libre absolución. El debate reveló a mi criterio que ni Castro ni Avalos fueron los responsables del homicidio; no tenemos la certeza que fuesen ellos”; dijo el doctor Pereyra. Luego se refirió a una pericia que indicó que “una persona que se veía corriendo era fisonómicamente diferente”. Luego se leyó por secretaría la condena para los mencionados por hechos de robo en 2020 y se aplicó a la mujer 2 años y 9 meses de prisión y se ordenó que sea dejada en libertad desde la unidad en donde está alojada y la pena a 4 años de prisión a Castro por robo y encubrimiento.
Se especula que la doctora Soledad López, defensa oficial solicitará en las próximas horas alguna medida de morigeración para Castro. El pronunciamiento provocó el llanto de la familia Mendoza, ya que el crimen de su hijo sigue impune mientras que fue celebrado por el grupo de manifestantes que marchó durante toda la semana a los Tribunales de Quilmes.
Los hechos
En febrero de 2021, Marcos Mendoza trató de evitar que al menos tres ladrones se metieran en la casa cuando llegaban sus padres. El drama ocurrió cuando fueron víctimas de un intento de entradera por parte de al menos tres asaltantes que sorprendieron a su papá, Marco Mendoza, cuando estaba entrando el auto en el garaje de la vivienda de Ezpeleta.
El hombre había llegado junto a su esposa, Marisabel Arnez Lazo, y una hija de 12 años después de terminar de trabajar en su locutorio del centro de Ezpeleta. En la casa estaban Marcos y otros dos hermanos, uno de 14 y otro de 24, Albert, que también atienden el local pero en otros horarios. Cuando el adolescente vio que sus padres habían llegado, salió a ayudarlos a guardar el auto. Marisabel estaba al volante y entró el vehículo, mientras que su marido estaba encargado de abrir y cerrar el portón. El chico vio a través del parabrisas que un ladrón armado apuntaba a su padre cuando todavía no había alcanzado a cerrar. Entonces el adolescente entró al living donde estaba su Marcos y le avisó: «¡Nos quieren entrar a robar!».
Adentro estaba su hermana de 12. Entonces Marcos atinó a cerrar la puerta que comunica el garaje con el living, para evitar que los asaltantes pasaran y se quedó del lado de adentro de la casa. Albert también se enfrentó a los delincuentes y comenzó a forcejear con uno de ellos para evitar que se metieran. El ladrón alcanzó a empujar la puerta con el pie y Marcos vio que apuntaban a su hermano. Entonces salió a defenderlo y entre los dos empezaron a hacer retroceder al ladrón. Pero antes de escapar, el delincuente disparó contra los dos hermanos.