Luego del deceso del profesor Lucas Puig en el hospital San Martín de La Plata a causa de una enfermedad terminar numerosas fueron las voces que se manifestaron en las redes sociales bajo una misma consigna: “Lucas es inocente”.
Condenado por la Justicia por el delito de abuso sexual en perjuicio de dos menores de edad, en un jardín de infantes de Los Hornos, en 2010, la muerte lo sorprendió en medio de presentaciones judiciales. Ayer en diversas plataformas hubo reclamos acerca de la inocencia del educador platense y de deficiencias en la Justicia.
El caso tuvo un un primer pronunciamiento de la Justicia absolutorio por mayoría, por el beneficio de la duda, el Tribunal de Casación Penal bonaerense jugó un papel relevante en la causa.
Se debe a que con el voto del camarista Martín Ordoqui -hoy detenido acusado de graves delitos- se decidió que se emita un nuevo fallo, con otros magistrados, ante las supuestas falencias en la resolución del mismo, que derivó en un decisorio de condena a 35 años de cárcel, y después porque en la misma instancia de revisión, al apelar la defensa esa sentencia que consideró arbitraria, se decidió anular parte de la imputación y que se realizara una audiencia de cesura para determinarse el delito aplicable y su sanción, que obligatoriamente debía tener una escala menor a la asignada.
En esta oportunidad, la decisión casatoria fue de dos votos contra uno en cuanto a la culpabilidad de Puig en los hechos investigados y por unanimidad respecto a que la decisión del Tribunal Oral en lo Criminal I, con los nuevos jueces hábiles, presentaba falencias que no podían subsanarse sino con la orden de nulidad de mención.
El voto en minoría en cuanto a la culpabilidad del profesor de música fue del doctor Víctor Violini, quien habló de situaciones “incompatibles con las leyes de la experiencia humana y del más elemental sentido común”. En tal sentido, expresó: “siempre he creído, y lo sigo haciendo, que la convicción formada objetivamente luego de un análisis serio de la prueba rendida no debe variar o amoldarse en función de conveniencias o temores, y quien no pueda mantenerse en la convicción a la que arriba quizás no debería ejercer la judicatura; por ello, en función de esa convicción es que reitero aquí el sentido de mi voto, pues en virtud de ella me resulta imposible condenar a un inocente”.
Sin embargo, para los magistrados Ricardo Maidana y Carlos Natiello sí quedó acreditada la responsabilidad de Puig y por eso el fallo terminó confirmando su estado de sospecha y/o de culpabilidad.
Ahora, con el fallecimiento del docente, que provocó una gran repercusión en las redes sociales, con voces a favor y en contra, se extingue la acción penal, pero el caso no se cerrará.
Fuente: El Día