El papa Francisco se sumó ayer a la misa que se celebró por el 50º aniversario de la muerte del padre Carlos Mugica y mediante una carta pidió “que la grieta se termine reconociendo errores y erradicando la exclusión”.
“El padre Carlos alienta aún hoy a que en cada barrio se fortalezca una comunidad que se organiza para acompañar la vida de nuestro pueblo y nos interpela a luchar ante todo tipo de injusticia, a tener un diálogo inteligente con el Estado y con la sociedad”, remarcó el Sumo Pontífice.
Y agregó: “Él nos enseña a no dejarnos arrastrar por la colonización ideológica, ni por la cultura de la indiferencia. Pidamos al Señor que los principios de la doctrina social de la Iglesia fructifiquen en nuestras comunidades, y, a través de ellas, en toda la vida social”.
“Que todos podamos buscar lugares de integración descartando la descalificación del otro. Que la grieta se termine, no con silencios y complicidades, sino mirándonos a los ojos, reconociendo errores y erradicando la exclusión”, remarcó Francisco.
Asimismo, el Papa indicó en su mensaje que esta es “una celebración de la iglesia” porque es “mucho más que una conmemoración histórica” y que aprovecha esta ocasión para “renovar la presencia fraterna y comprometida entre aquellos que cargan cruces pesadas”.
En uno de los pasajes también se dirigió a aquellos que están padeciendo situaciones críticas y les pidió a los asistentes que continuaran ”poniendo el corazón y el cuerpo al lado de los que sufren todo tipo de pobreza”.