Sentados en una celda de la alcaidía local, cuatro de los detenidos acusados por el desfalco millonario en la Municipalidad de Florencio Varela aguardan con ansiedad el momento de retornar a sus hogares. Ya pasaron cuatro noches en frías celdas de comisarías: cuatro en la Seccional Primera y cinco en la Comisaría Quinta de La Capilla.
Desde temprano, el ambiente en las alcaidías era tenso. Los detenidos, acusados de desviar millones de pesos en un esquema de corrupción en la Dirección de Tránsito, mantenían la mirada baja, intercambiando pocas palabras entre ellos. A pesar del frío de las celdas y la incomodidad de estar detenidos, lo más difícil de soportar era la incertidumbre.
Poco después del mediodía, la noticia que habían esperado llegó: el juez que entiende en la causa dispuso su libertad bajo fianza. Las fianzas variaban significativamente, desde 800 mil hasta dos millones de pesos para los funcionarios de más alto rango. Este alivio momentáneo no era gratuito; cada uno de ellos sabía que la libertad venía con la sombra de un proceso judicial que continuaría.
Aunque la notificación de la orden de la libertad llegó sobre la hora y los trámites administrativos son engorrosos, solo algunos de ellos pudieron hacer efectiva la salida, mientras que otros deberán esperar hasta el lunes. «La libertad bajo fianza no significa el fin del proceso», comentó una fuente judicial a Infosur. «Todos ellos continuarán bajo investigación y deben cumplir con estrictas condiciones hasta que se resuelva el caso».
Mientras tanto, las dos mujeres embarazadas, que habían sido beneficiadas con la detención domiciliaria, seguían bajo proceso en sus hogares. Aunque no estaban tras las rejas, la tensión y la preocupación por su futuro legal eran palpables.
El caso del desfalco en Florencio Varela deja una marca indeleble en la comunidad y en las vidas de los implicados. Las autoridades continúan investigando, y aunque la libertad bajo fianza ofrece un respiro temporal, el peso de la justicia aún cuelga sobre ellos.