La Sala Civil “M” de la Cámara Nacional, integrada por María Isabel Benavente y Guillermo D. González Zurro, hizo lugar a una acción de daños y perjuicios contra el Club Ciudad de Buenos Aires, iniciada por un jugador de fútbol amateur que se lesionó por el mal estado de una de las canchas alquiladas.
Los hechos que dan origen a la causa tuvieron lugar cuando la actora se encontraba corriendo por un lateral y tropezó debido a un desperfecto del césped sintético, y como consecuencia de la caída se golpeó violentamente contra una columna de hierro que no se encontraba protegida y estaba a centímetros del campo de juego.
Estos fueron acreditados tanto por la Clínica Sagrada Familia donde consta que ingresó a la guardia tras un golpe contra una columna en el marco de una actividad deportiva, y también por la prueba testifical los cuales refirieron que el actor se tropezó en el partido a causa del mal estado del césped sintético y que se golpeó pesadamente sobre una columna que se encontraba al costado de la cancha.
A su vez, los testigos refirieron que el actor no recibió la asistencia médica necesaria para la lesión sufrida y que el Club Ciudad tampoco contaba con los medios pertinentes para el traslado del lesionado. En este sentido, el tribunal consideró que la prueba testimonial era concordante con la prueba documental aportada por la actora.
Por ello, la Cámara manifestó que se encuentran acreditados los hechos y así sentenció al pago al Club Ciudad de Buenos Aires por el daño físico y moral del actor como reparación integral del daño. Sin embargo, redujo el monto del daño moral a dos millones de pesos con relación a primera instancia por considerarlo elevado.