El preso asesinado durante los incidentes en la Unidad Penal 23 de Florencio Varela presenta heridas compatibles con disparos de arma y no fue apuñalado, por lo que todos los penitenciarios que actuaron en el hecho se encuentran sumariados, informaron fuentes del caso. Allanaron la cárcel y secuestraron armas que habrían sido utilizadas en la jornada del motín
Los investigadores aguardaban ayer los resultados finales del estudio forense para establecer si las lesiones fueron ocasionadas por proyectiles de plomo o de goma, aunque adelantaron que ya fueron secuestradas las armas de todos los efectivos de esa unidad y de las otras que concurrieron a colaborar ante los incidentes, dijeron los voceros a Télam; en total se decomisaron 15.
Fuentes policiales, en tanto, informaron que en una primera inspección forense realizada en la escena, el cuerpo del preso fallecido -quien se alojaba en el pabellón 6 de la cárcel desde el 2017 tras haber sido detenido por el delito de robo calificado- presentaba ocho orificios compatibles con posta de goma, uno de ellos en la nuca. Asimismo hay hermetismo en torno a los resultados que arrojó la autopsia.
El Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) informó oficialmente que el recluso había sido asesinado a puñaladas durante una pelea entre dos grupos de presos, lo que finalmente fue descartado por la Justicia.
Tras determinarse que el recluso fue baleado, las autoridades iniciaron un sumario administrativo que involucra a alrededor de 100 efectivos del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) con el fin de deslindar responsabilidades.
Las fuentes dijeron que para trabajar en la pesquisa se conformó un equipo integrado por tres fiscales del Departamento Judicial de Quilmes, encabezado por la titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de Florencio Varela, Roxana Giménez.
Los investigadores contaban con numerosos elementos a analizar ya que, además de enviar a peritar las armas de todos los penitenciarios, aguardan el análisis de numerosas filmaciones realizadas por los propios presos durante la revuelta, además de las registradas por las cámaras de seguridad del penal, agregaron las fuentes.
El motín se inició el miércoles a la madrugada en esa unidad penal que aloja a 1.500 presos de máxima seguridad, cuando un grupo de internos comenzó una protesta y huelga de hambre en reclamo de prisiones domiciliarias y de mayores medidas de prevención ante la pandemia de coronavirus. Con el correr de las horas la protesta se convirtió en una revuelta que involucró a numerosos presos que treparon a los techos de la unidad.
Fuentes dijeron que FR tenía 23 años y estaba detenido desde el 2017 en el marco de una causa por robo agravado y lesiones graves, a disposición del Juzgado de Ejecución 2 de Lomas de Zamora.