La Comisión Episcopal de Pastoral Carcelaria expresó su “dolor y gran preocupación” por la situación de los presos en el contexto de la pandemia por el coronavirus y, ante algunas protestas y situaciones de violencia en los penales, se ofreció a facilitar espacios de diálogo para “buscar caminos posibles” de solución en medio de la emergencia sanitaria.
“Las situaciones de violencia, abandono, indiferencia, egoísmo, olvido y división provocan lesiones casi mortales en una sociedad como la nuestra que ya no soporta más atropellos a los derechos humanos”, advirtió.
“Con dolor, gran preocupación y apoyados en la oración como pastores del pueblo de Dios volvemos a ofrecernos, como en tantas mesas de diálogo, para buscar juntos caminos posibles ante esta emergencia sanitaria; sobre todo para con los más desprotegidos y vulnerables”, sostuvo.
En la declaración “Acuérdense de los que están presos”, título tomado de la carta a los Hebreos, los obispos advirtieron que en el actual contexto “las cárceles y complejos penitenciarios son uno de los ámbitos que en esta situación merecen mayor cuidado y atención, no sólo por ser espacios de encierro sino, y sobre todo, por el hacinamiento en que se vive hace años”.
“Ante hechos inéditos se hace más urgente el cambio y el adoptar medidas extraordinarias ya sea de parte del Estado, no solo el poder judicial y la seguridad, sino todos los poderes del Estado, como así también la sociedad en su conjunto que deberá acoger y brindar protección a aquellos que deban realizar responsablemente el aislamiento social necesario con las medidas establecidas por el propio Estado para seguridad de todos”, pidieron. La Pastoral Carcelaria, junto con sus agentes pastorales –sacerdotes, diáconos, religiosas y religiosos, laicos y las comunidades diocesanas– renovaron su compromiso para brindar dentro de sus posibilidades “el cobijo para que todos podamos “remar juntos” ante la tempestad de esta pandemia”.