Un espacio recuperado en el barrio con eje en el cuidado sustentable del ecosistema: el proyecto de integración sociourbana contempló la construcción de un módulo de transferencia para recolectores informales junto a un playón con áreas recreativas.
Tras supervisar el progreso de las tareas desplegadas en el predio situado en la intersección de las calles 1150 con 1155, el intendente Andrés Watson detalló un accionar que permitió “la reconversión de un basural en un nuevo parque con sectores diferenciados para múltiples actividades de la comunidad y una infraestructura destinada a ordenar la labor de los recicladores urbanos”.
“Una jerarquización de esta fuente laboral que significó además un aporte esencial en el resguardo del medio ambiente en un sitio del que vecinos pudieran apropiarse, disfrutar”, remarcó el Alcalde.
Watson describió el entorno beneficiado con “una escuela cercana, la Comisaría, recorrido del transporte público, una zona de considerable afluencia de gente” y resaltó “la presencia del Estado con la creación de renovados ámbitos de uso común”.
De la Cooperativa “Recicladora Varela Ltda”, Jesús valoró la conformación de un lugar con la visión de “facilitar el trabajo, la limpieza, la organización y la optimización de recursos”. Ponderó un “gobierno municipal que nos respaldó, nos escuchó, entendió nuestros planteos, estuvo en la misma sintonía”.
“Había un pastizal. No veíamos nada. Los deliverys no querían entrar”, especificó Marcelo -frentista-. Destacó “el crecimiento, caminar por la vereda, sin pisar barro y tomar el colectivo”. A su lado, Karina sentenció: “Muy conformes. Era intransitable”.
José, pastor en una iglesia de la región, apreció las mejoras en un terreno “donde las familias compartieran un momento de distracción”. “En el Día de las Infancias, reunimos a más de 200 niños acá, vinieron a jugar al aire libre”, agregó.
La obra también previó la apertura y estabilizado de caminos, ejecución de puente alcantarilla, cruce de calles y senderos en el perímetro.