La Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto de Boleta Única de Papel para cargos nacionales, sistema que empezará a utilizarse en las elecciones intermedias del año que viene.
La iniciativa, que impulsaron en conjunto La Libertad Avanza, el PRO, la UCR, Encuentro Federal, Innovación Federal y la Coalición Cívica, cosechó 143 votos a favor, 87 en contra y cinco abstenciones.
Unión por la Patria se inclinó por el rechazo, tal como había anunciado, en tanto que el Frente de Izquierda se abstuvo.
Luego de varios días de negociaciones, finalmente hubo un acuerdo para aceptar los cambios que introdujo el Senado, que adoptó el modelo mendocino y que no incluye el casillero de voto a lista completa.
En la Boleta Única de Papel se despliegan todos los candidatos que compiten para un mismo cargo, por lo que el elector expresa su voto marcando casilleros por los partidos o frentes electorales por cada categoría.
Se pueden ver fotos de los titulares de la lista junto al logo y nombre del espacio por el que compite, mientras que los candidatos suplentes solo figuran con sus nombres. De esta manera, los votos a distintas listas ya no se armarían cortando boleta sino marcando con lápiz o lapicera las distintas alternativas.
Asimismo, la impresión y distribución de las boletas dejará de estar en manos de las agrupaciones políticas y pasará a ser responsabilidad del Poder Ejecutivo. “Se deberá imprimir la Boleta Única en una cantidad igual al número de electores correspondientes al padrón electoral, más un cinco por ciento (5%) adicional para reposición en caso de contingencias”, plantea el proyecto, que estipula un proceso previo de divulgación explicativa de la modalidad de votación.