La crisis del COVID-19 obligó a repensar las tecnologías y prácticas que parecían establecidas en pos de maximizar las medidas de seguridad y prevención en espacios de trabajo o lugares comunes con gran afluencia de personas.
Es por esto que soluciones como el control de ingresos mediante huella dactilar o mediante tarjeta electrónica, que exigen contacto físico con los dispositivos de acceso y registro, dejarán de usarse paulatinamente por considerarse un foco de infección y contagio, para ser reemplazados por soluciones biométricas con tecnologías como de detección facial o de iris que prescinden de este tipo de contacto.
El sistema contactless no es nuevo, actualmente se utiliza para hacer pagos con tarjeta de crédito, por ejemplo. Lo que sí es novedoso es su uso para reemplazar métodos tradicionales de o control de ingreso o fichaje, en empresas y todo tipo de lugares de trabajo.
“La detección facial se basa en las minucias o ciertos puntos de identificación de los rostros, que las vuelven únicas. En este caso pueden ser los ojos, la boca, la nariz, la frente, y en función a eso hace una comparativa con una base de datos previa, según el caso”, explica Agustín Cencic, Channel Sales en Dahua Technology Argentina.
Y prosigue: “luego, podemos ayudar al usuario a definir si ambos rostros –el de la base de datos y el que está siendo reconocido- son iguales. Nosotros lo hacemos no sólo con cámaras sino también con las NVR que son grabadoras específicas. La solución se completa con un algoritmo que hace el análisis de comparación de rostros”.
Dentro de estas soluciones biométricas en detección facial, también se encuentra la que hace uso del iris, como método de autentificación que utiliza técnicas de reconocimiento de patrones previamente almacenados en una base de datos, para operar sobre imágenes de alta resolución del iris del ojo de un individuo. Por otro lado, la tecnología de reconocimiento de voz también esa una apuesta por la que muchas empresas podrían inclinarse, aunque no tan fiable como las anteriores.
“Dentro de las tecnologías contactless de detección facial, tenemos dos formatos diferentes. Una es la simple de detección de rostro, donde hay una base de datos de aprobados para el ingreso y bajo la misma se otorga el okey de acceso o no. El segundo, es el mismo sistema, pero con monitoreo de temperatura incorporada. Primero monitorea la temperatura para habilitar el ingreso o no según los parámetros establecidos y luego procede a la detección del rostro. Si no se cumple alguno de estas condiciones, la persona no puede ingresar”, comenta Cencic.
Otra de las tecnologías que empezará a popularizarse sobre todo en sectores que necesitan controlar y regular la aglomeración de individuos, es la del conteo de personas.
“Funciona a través de una cámara especial que calcula cuántas personas ingresan, egresan y se mantienen en un mismo lugar. Una vez determinado el cupo máximo posible de personas que pueden permanecer en determinado sitio según disposiciones y recomendaciones oficiales, son capaces de emitir alarmas sonoras y/o luminosas para indicar si hay más personas de lo permitido”, precisa el ejecutivo.
Esta solución cuenta con un display que se instala antes del ingreso y mediante una señal luminosa tipo semáforo da aviso a quienes se encuentran aguardando en el exterior para validar o no su ingreso, así como también indica el número actual de personas en el interior. Como también detecta egresos, una vez realizados los mismos automáticamente emite una nueva señal para permitir un nuevo ingreso según el cupo previamente configurado. Esta tecnología utiliza algoritmos complejos de conteo de personas en tiempo real y entrega estadísticas de flujo precisas.
Por su parte, María Florencia Comeron, Marketing Manager de Dahua Technology Argentina resalta que “estas tecnologías llegaron para quedarse. Conforme avanzan las regulaciones y medidas necesarias para pensar en un escenario post-pandemia, se revelan nuevas necesidades que implican o bien reconocimiento a distancia, o bien un control de flujo de personas más preciso y en tiempo real. Lo positivo es que los dispositivos que dan soporte a este tipo de soluciones ya están funcionando y son muy sencillos de implementar”.