Los escribanos porteños volvieron a abrir sus puertas bajo un esquema de horario limitado y presencia mínima, infirmó el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos.
La apertura de las escribanías fue establecida a través de Decisión Administrativa 763/20 de la Jefatura de Gabinete de la Nación y por el protocolo aprobado por el Ministerio de Producción y Desarrollo Económico de la Ciudad para el desarrollo de la actividad notarial, mediante la Resolución 131/20.
En base a lo que determinó el protocolo, “se atenderá únicamente con turno previo” y las personas que concurran a las escribanías deben ser “las mínimas indispensables para la celebración del acto, debiendo no obstante guardar la distancia social recomendada unos de otros”, precisó la entidad porteña en un comunicado.
El Colegio de Escribanos también recordó que continúa con su servicio de legalizaciones digitales a los efectos de evitar la asistencia a su sede.
Por el momento, solo se atenderán de manera presencial únicamente aquellos casos en los que por cuestiones técnicas no sea posible gestionarlos vía remota, se aclaró desde la entidad de los escribanos porteños.
El sector notarial se sumará así a la habilitación con que ya cuentan las inmobiliarias de la ciudad, las que desde el jueves podrán trabajar de 11 a 21, con un protocolo similar al de los comercios pero sólo para sin la posibilidad de realizar visitas a las propiedades en venta o en alquiler.
Entre las recomendaciones a las escribanías se destaca la necesidad de asegurar todas las medidas sanitarias de prevención de contagios, adecuar las diferentes tareas fundamentales en base a turnos rotativos de trabajo, llevar al mínimo posible la convivencia simultánea de personas en un mismo espacio y evitar la utilización del servicio público de transporte de pasajeros.