Marcos Esteban Bazán, uno de los imputados por el femicidio de Anahí Benítez, la joven que fue hallada asesinada en 2017 en la reserva Santa Catalina de Lomas de Zamora, declaró, en la última jornada del juicio, que es “inocente” y se dirigió a la madre de la víctima para decirle que si él es condenado, el crimen de su hija “va a quedar impune”.
“Señora, yo entiendo que perdió a su hija de la peor manera que una madre puede perder a una hija, pero verifique bien señora, porque si yo quedo detenido, el asesinato de su hija va a quedar impune. Porque yo, Marcos Bazán, no tengo nada que ver con tal crimen que se ha cometido”, dijo el imputado por videoconferencia ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de Lomas de Zamora.
“Discúlpeme señora mi intromisión, pero se lo tenía que decir. Muchas gracias”, agregó Bazán (34) al dirigirse directamente a Silvia Pérez, madre de la víctima.
Al comenzar su declaración, el acusado afirmó ser “inocente” de todos los cargos que se le imputan y dijo que no conocía de antemano ni a la víctima Anahí ni al otro imputado que tiene la causa, Marcelo Sergio Villalba (42), quien en febrero dejó de ser juzgado por decisión del TOC 7 ya que, por sus problemas psiquiátricos, se consideró que no estaba en condiciones de estar en el debate.
“Anahí nunca pudo haber estado en mi casa. Ni viva ni muerta sin que el entorno lo haya visto”, afirmó.
Luego, Bazán le dijo al tribunal que en los “33 meses” que lleva detenido recibió muchas visitas en el penal, de muchas mujeres, y que tiene el apoyo de distintas organizaciones y personalidades vinculadas al feminismo y los Derechos Humanos.
“Esto, señores jueces, les tiene que hacer un poco de ruido porque estas personas no apoyarían a un asesino o a un violador”, afirmó el imputado.
También afirmó que de acuerdo a lo que escuchó en el debate “no hay pruebas” para condenarlo pero quiso hacer hincapié en “tres puntos”. Primero relativizó “el rastrillaje del perro” Bruno, de la brigada canina de Escobar, que marcó el rastro odorífero de Anahí en su casa.
Después, sugirió que cualquiera podía haber entrado a su casa porque “la cerradura no funcionaba” y, en tercer lugar, desconoció la tijera azul secuestrada en su domicilio que, según la investigación, pertenecía a un amigo de la víctima.
Si bien se puso a disposición de los jueces Elisa López Moyano, Roberto Conti y Roberto Lugones; del fiscal Hugo Daniel Carrión y de los abogados para responder preguntas, ninguna de las partes le formuló ninguna y allí fue cuando pidió hablarle a la madre de Anahí “con el mayor respeto” y desde el “fondo del corazón”, según dijo.
Con la indagatoria de Bazán, el TOC 7 dio por concluido el debate y fijó para el próximo lunes a las 9 la jornada para los alegatos de las partes.
En la puerta de los tribunales de Lomas de Zamora ocurrió un incidente cuando la policía llegó para pedirle el permiso de circulación a los amigos de Bazán que allí realizaban una marcha para reclamar su libertad, en aparente infracción al aislamiento obligatorio.
Fuentes de la defensa indicaron que los efectivos se llevaron demorado a uno de los abogados del acusado, Eduardo Néstor Soares, para iniciarle una causa por violación de la cuarentena, aunque luego, el Juzgado Federal de Lomas de Zamora ordenó su inmediata libertad sin formación de ninguna causa.
El juicio, que se inició en febrero pasado, se reanudó ayer en los tribunales ubicados en la localidad de Banfield, tras 57 días de receso por la pandemia del coronavirus.
Bazán no fue trasladado a tribunales, sino que siguió el juicio y hoy declaró a través de un sistema de videoconferencia desde la Unidad 9 de La Plata, donde está detenido.
Como medidas de resguardo, se resolvió que en la sala sólo pueden estar presentes los jueces, el fiscal, los abogados, la madre de la víctima y se habilitó como público la presencia de una sola persona por la querella y otra por el imputado. Además, todos los presentes deben usar tapabocas y respetar la distancia social.
Bazán llegó a juicio oral acusado de ser coautor de “privación ilegal de la libertad agravada, homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género” y, alternativamente, como partícipe necesario de “abuso sexual agravado por acceso carnal”.
En tanto, Villalba estaba acusado de “robo, abuso sexual agravado por acceso carnal” en carácter de autor -su ADN fue hallado en el cuerpo de la víctima-, y “privación ilegal de la libertad agravada y homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género” en calidad de coautor.
Con esa calificación, en caso de ser hallado culpable, Bazán podría ser condenado a prisión perpetua. El hecho ocurrió el 29 de julio de 2017, cuando la adolescente salió de su casa de Parque Barón, en Lomas de Zamora, para caminar unas cuadras hacia el Parque Municipal Eva Perón. Su familia denunció la desaparición ese mismo día, y el 4 de agosto el cadáver de Anahí fue encontrado desnudo, con lesiones cortantes y golpes en la cabeza, enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina.