Veinte privadas de libertad alojadas en una de las cárceles bonaerenses colaboran en la fabricación de pelucas para luego donarlas a pacientes oncológicos en una experiencia de capacitación laboral y solidaria.
La actividad se desarrolla en el anexo femenino de la Unidad 13 Junín, del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), en el marco del programa “Más trabajo, menos reincidencia” que impulsa el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.
Las internas de la Unidad 13 participaron de una capacitación de confección de pelucas de manera remota bajo la coordinación de la Dirección de Promoción e Inclusión Sociolaboral, que depende de la Subdirección General de Trabajo y la Dirección General de Asistencia y Tratamiento del SPB.
La capacitación fue dictada por personal de la fundación Pelucas Solidarias que integran entre otras personas, María Benito y Rita Fournier.
Anteriormente ya se habían desarrollado actividades de esta índole dentro del establecimiento penitenciario, y este curso en particular venía siendo postergado por la irrupción del COVID-19. Teniendo en cuenta los cuidados necesarios para prevenir la enfermedad, las internas se capacitaron a través de videos explicativos.
Luego de finalizar la capacitación las personas privadas de su libertad se repartieron tareas para la confección de los elementos: tres internas fabrican los armazones en maquetas para que luego otras finalicen los trabajos de costura. Una vez terminadas las pelucas, se envían a la fundación para darle el toque final y esterilizarlas previo a su donación.
Los integrantes de Pelucas Solidarias se mostraron muy agradecidos con la “maravillosa cooperación que recibimos de parte de las internas. La respuesta es excelente, comprendieron que la tarea de ayudar al prójimo es de todos”.
Por su parte, el Director de la Unidad 13, Jorge Maidana destacó “la importancia de continuar con este proyecto que tiene en cuenta a quienes más lo necesitan. Hay que remarcar el compromiso de todo el equipo de trabajo en estos tiempos difíciles donde los recaudos deben ser mayores por el coronavirus”.
Por último, una de las internas que participó del taller contó que “mi hermana tiene cáncer y perdió el pelo por la enfermedad. Gracias al trabajo de mis compañeras y la ONG pudimos entregarle una peluca. De otra manera no habría podido comprarla”.