Después de un año de internaciones y operaciones, la pequeña Isabella ya está nuevamente en el país, ahora espera continuar la rehabilitación en un centro neurológico de salud especializado para recuperar del todo su habla.
Isabella, la pequeña guerrera de 9 años que superó un tumor en la cabeza e inicia ahora una nueva etapa en su recuperación.
‘Bella’, como la llaman en su casa, regresó al país en diciembre pasado luego de pasar todo el 2024 internada y en tratamientos ambulatorios para enfrentar un tumor de 5,5 centímetros en la circunferencia de la cabeza que le fue diagnosticado.
La batalla de Isabella
“Los médicos nos informaron que era un neuroblastoma de rápido crecimiento, con una evolución en su organismo de cuatro o cinco meses”, le había contado la madre de la chiquita en plena campaña para reunir los fondos que le permitieran viajar a Barcelona para someterla a un tratamiento único en el mundo.
La doctora Karina Licalzi, fiscal de La Matanza en uso de licencia para acompañar a su única hija, reveló también que los síntomas que presentaba la nena eran dolor de cabeza, vómitos y pérdida del equilibrio, “algo que cualquier criatura puede tener”. Una médica que la observó recomendó hacer una tomografía computada que fue la que permitió descubrir el cuadro. Y arrancar esa batalla contrarreloj, que incluyó el viaje a España.
La vuelta de Isabella a la Argentina y sus vueltas en bicicleta
En diciembre pasado, ‘Bella’ volvió al país en medio de un recibimiento que mamá y papá evocan como “conmovedor”, tanto en el aeropuerto como en el barrio en el que viven. Ahora, la familia está en otra pelea burocrática con la obra social para que la nena pueda continuar su rehabilitación intensa en el Instituto Fleni de Belgrano, especializado en neurología.
Para explicarlo de manera comprensible: a ‘Bella’ le fue extirpado el cáncer en nuestro país y luego viajó al hospital San Juan de Dios de Barcelona para completar la parte de la cirugía que no se pudo hacer acá por no contar con esa tecnología. A la nena le había quedado una parte del tumor pegada al tronco cerebral y con el tratamiento europeo la resección fue total.
“Ahora hay que controlar nada más. Ya tenemos fecha con una neuróloga en abril y a finales de marzo tenemos que hacer otra resonancia. Esperamos que nos autoricen cuanto antes el tratamiento en el Fleni así puede volver a la escuela, que se portó de manera maravillosa con ella acompañándola todo el año y haciendo videollamadas para que pueda tener contacto con sus compañeritos. No tenemos más que palabras de gratitud”, afirmó Licalzi.
Mientras la burocracia va por un lado, las ganas de vivir de la nena emocionan. Se animó a volver a andar en bicicleta, algo que le encantaba y que por miedo no hacía. Se calzó el casco y se fue con papá a recorrer las calles internas del barrio en el que vive. Ahora ya sabe que arrancará tercer grado, el que no pudo completar el año pasado, y tiene todo el entusiasmo de ir a conocer a su maestra nueva. Para su familia, dejarla volar de nuevo también es un desafío.
“Todo el mundo abrió su corazón hacia nosotros e Isabella lo abrió hacia todos. Yo también estoy muy agradecida con el respaldo del Poder Judicial en su totalidad, que se portó de una manera inolvidable con nosotros. No tengo más que palabras de gratitud”, enfatizó Licalzi, quien se guardó sus últimas palabras del diálogo para reflexionar sobre lo que vivieron en Barcelona.
“Realmente el hospital allá es una maravilla. Lo que pasa es que tiene una inversión increíble: el dinero que recaude ese hospital y la cantidad de donaciones que tiene de todas partes, principalmente de empresarios españoles, es muy fuerte. Es muy triste que acá no podamos hacer lo mismo con el Garrahan, que es un lugar maravilloso también, con los mejores médicos a nivel mundial. Me dio mucha pena ver que ellos pueden y nosotros no”, cerró.
Fuente: Primer Plano On Line