Las empresas de medicina prepagas fueron uno de los sectores que más aumentos aplicó el año pasado tras la desregulación de la salud dispuesta por el Gobierno nacional. Tras los incrementos por encima de la inflación que se aplicaron en 2024, el Ejecutivo busca ahora ponerle un freno a las subas con un nuevo decreto.
El año pasado las prepagas subieron sus cuotas un 124%, apenas por debajo del costo de vida, que fue del 127,8%. Tras el dato de inflación de enero, que marcó una desaceleración al 2,2%, desde la administración libertaria analizan medidas para evitar que las empresas de medicina privada sigan remarcando los valores sin cesar.
Según trascendió, el Gobierno analiza un decreto que limitará hacia adelante los aumentos de las empresas de medicina prepaga. La idea es que los aumentos ya no podrán ser generalizados para todos los afiliados de una misma compañía, sino que se deberá discriminar por planes. Por ejemplo, los incrementos para los adultos mayores no podrán superar el triple del valor que se les cobre a los más jóvenes.

La intención de la Casa Rosada es intentar frenar el incremento desmesurado de las empresas de medicinas prepagas en el marco de la desregulación del mercado que impulsó el propio gobierno de Javier Milei a través del mega DNU que derogó el artículo de la ley 26882 que establecía que la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) debía autorizar los incrementos en las cuotas.
Las prepagas anunciaron subas en enero de entre 3% y 3,9% según el plan, es decir casi el doble del IPC general, con el argumento de que el costo de la salud es más alto que el promedio de precios. Al menos cinco grandes firmas le informaron a sus afiliados cuáles son los nuevos valores de los aranceles correspondientes a enero, con un máximo del 4%.
Cabe recordar que a mediados de diciembre del año pasado, el Gobierno anunció la imputación por supuesta cartelización a las empresas de medicina prepaga: Galeno, Hospital Británico, Hospital Alemán, Medifé, Swiss Medical, Omint y OSDE.