Un insólito hecho tuvo lugar el fin de semana en la localidad de Ezpeleta, donde efectivos policiales recapturaron a una mujer que debía estar cumpliendo arresto domiciliario, tras ser beneficiada con la morigeración ante la crisis sanitaria del COVID-19, y la encontraron caminando frente a la Comisaría de la localidad.
La sindicada, una joven de 21 años, había sido detenida por efectivos de esa misma dependencia el pasado 13 de marzo por el delito de “tentativa de robo”. Sin embargo, según consta en los registros judiciales, el 6 de junio fue beneficiada con la prisión domiciliaria por la pandemia de coronavirus.
Tras fijar domicilio en una vivienda de la avenida Hernández, la imputada fue enviada allí sin tobillera electrónica. Pasaron varios meses sin poder corroborarse si efectivamente cumplía con el arresto domiciliario hasta que este sábado, la ayudante de guardia de la Comisaría Quilmes Sexta la vio caminando frente a la Seccional, ubicada en la calle Cuenca entre Carbonari y Santiago del Estero.
La reconoció de inmediato, puesto que había estado allí alojada en la oportunidad en que fue arrestada. Fue así que la interceptaron para identificarla y, luego de certificar que se trataba de quien creían, la capturaron nuevamente.
El fiscal Marcelo Goldberg, titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 5 del Departamento Judicial Quilmes, mantuvo comunicación con el Juzgado Correccional N° 5 de la ciudad para informar sobre el hecho. En consecuencia, se ordenó que la mujer quede nuevamente detenida por el “incumplimiento del arresto domiciliario”. Cabe señalar que tampoco tenía permiso de circulación, pero no trascendió si se dio intervención al Juzgado Federal por la violación de la cuarentena obligatoria.