Ayer fue indagado el vecino de Ingeniero Allan imputado por haber matado a su esposa y simulado un robo; en la víspera se lo notificó los cargos en su contra: “homicidio agravado por existir una relación de pareja y por mediar violencia de género”, que prevé la pena de prisión perpetua en caso de ser encontrado responsable de los hechos en juicio oral.
Según pudo saber Data Judicial, el hombre insistió ante el fiscal Bustos Rivas en que el crimen fue cometido por delincuentes en el marco de un asalto y, por ende, negó su participación en el asesinato.
Se trata del crimen de la empleada hotelera Lucrecia Itatí Borda (50), cometido en una casa de dos plantas ubicada en la calle 1149 al 1100, de la localidad de Ingeniero Allan, donde vivía con su marido, Juan Luis Monzón (53), quien en las últimas horas quedó detenido.
“Desde el inicio advertimos contradicciones en su relato. Se le tomó una declaración testimonial, en la que el relato tampoco cerraba, y finalmente, junto a otro elementos analizados por el grupo de Casos Especiales de la Policía Científica, se reforzó la hipótesis de que él la había matado y montado la escena”, informó uno de los investigadores del caso.
Por tal motivo, el fiscal de la causa, Hernán Bustos Rivas, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 descentralizada en Florencio Varela, solicitó la detención del sospechoso, que ayer fue indagado por el delito de “homicidio agravado por existir una relación de pareja y por mediar violencia de género”, que prevé la pena de prisión perpetua.
El hecho ocurrió la madrugada del 13 de julio e inicialmente fue denunciado como un homicidio en ocasión de robo por parte de Monzón, quien relató a la policía que al menos tres delincuentes encapuchados y con guantes ingresaron a su casa a través de una ventana del primer piso que tenía roto el pestillo.
Según esa primera versión que ahora volvió a repetir, los delincuentes los sorprendieron mientras dormían y atacaron a su mujer con un elemento duro en la cabeza hasta matarla.
“Usaron un elemento contundente con algún borde filoso porque la mujer tenía dos cortes, uno de cuatro centímetros y otro de diez centímetros, que le provocó la fractura de cráneo y pérdida de masa encefálica”, precisó un vocero. Monzón, también empleado de un hotel, presentaba por su parte cortes en sus brazos y en el lado izquierdo del tórax y arañazos en la nuca, según constataron entonces los pesquisas,
De acuerdo a la denuncia, el hombre les entregó una suma de dinero en efectivo y los delincuentes escaparon por el mismo lugar por el que habían ingresado. Los policías que trabajaron en el lugar encontraron en el techo de la vivienda un bolso con algunas pertenencias de la víctima, aunque desde el inicio sospecharon que habían sido colocadas intencionalmente allí.