El primer estudio del país sobre el uso de plasma de convalecientes en pacientes con COVID-19 analizó la letalidad en 272 pacientes moderados y graves, internados en hospitales de la provincia de Buenos Aires.
Como resultado cuantitativo se obtuvo una letalidad total del 26,1 por ciento, en tanto que los investigadores concluyeron que la “aplicación temprana” de esa sustancia que aporta anticuerpos garantizaría “mayores posibilidades de lograr una evolución favorable”.
El estudio estuvo a cargo de investigadores del ministerio de Salud bonaerense y médicos de hospitales provinciales y fue publicado en la Revista Medicina Buenos Aires. De este modo, constituye el primer artículo científico publicado en todo el país sobre la temática.
La investigadora principal, Soledad González, explicó que “se trató de un estudio multicéntrico observacional sobre 272 pacientes ingresados en hospitales de la Provincia por COVID-19 entre el 15 de mayo y el 1° de julio”.
Todos ellos, se detalló, fueron incluidos, previo consentimiento informado, en un programa de acceso al plasma de convalecientes con el objetivo de analizar letalidad y factores de riesgo independientes y evaluar la evolución favorable.
Cabe reseñar que para el análisis se dividió a los pacientes en cuatro subgrupos: 100 internados en piso con neumonía y/o requerimiento de oxígeno; 87 ingresados en unidades de terapia intensiva (UTI), 56 en UTI con requerimiento de ventilación mecánica y 29 en UTI con ventilación mecánica y shock séptico (infección diseminada).
La letalidad total a los 28 días, es decir, si se toma a todos los pacientes analizados fue del 26.1 % (fallecieron 71 de los 272 casos analizados). En cambio, si se analizan los subgrupos por separado, la letalidad varía notablemente. Se observó que fue del 14 % en los internados en piso (pacientes leves); del 18.4 % en los ingresados a UTI, del 44.6 % de los internados en terapia intensiva con ventilación mecánica y del 55,2 % en los más graves ubicados, en el cuarto grupo quienes además de requerir ventilación sufrieron shock séptico.
El estudio detalla que se registró una evolución favorable tras la administración del plasma en el 81.4 % de los pacientes internados en piso; en el 70.9 % de los que estaban en unidades de terapia intensiva, en el 39.6 % de los ingresados en UTI con ventilación mecánica y en el 27.6 % de los internados en terapia con ventilación mecánica y shock séptico.
“La ausencia de ventilación mecánica y de shock séptico, la menor edad, el menor peso y una frecuencia cardíaca basal más baja, se relacionaron independientemente con una evolución favorable”, añade el informe.
Como quedó dicho, la investigadora principal fue Soledad González, de la Escuela de Gobierno en Salud “Floreal Ferrara” dependiente de la cartera sanitaria bonaerense y la acompañaron en el trabajo la directora de investigación y cooperación técnica de esa misma Escuela, Verónica González, y las y los investigadores Lorena Regairaz del Servicio de Inmunología del Hospital Interzonal Sor María Ludovica; Noelia Ferrando del Instituto Provincial de Hemoterapia; Martín Salazar del servicio de Docencia e Investigación del Hospital San Martín y Elisa Estenssoro, jefa de terapia intensiva del Hospital San Martín de La Plata.