Personas privadas de libertad de una de las cárceles de Lisandro Olmos restauran diez sillas de ruedas y un andador en el taller de tapicería que van a ser donadas a un Hospital que asiste a niños y jóvenes con discapacidades motrices y a la Dirección Provincial de Salud Penitenciaria.
El emprendimiento se lleva adelante en la Unidad 1 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) en el marco del programa “Más trabajo, menos reincidencia” impulsado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.
La iniciativa solidaria se desarrolla bajo la coordinación de Ramón, una persona detenida de 54 años, quien tiene el oficio de tapicero. En 2009 ingresó detenido en la Unidad 1 de Lisandro Olmos donde decidió cambiar su vida. Fue protagonista en el armado de un taller de tapicería donde ya enseñó el oficio a más de 20 personas privadas de su libertad que, como él, buscan reorientar sus esfuerzos hacia la reinserción social.
Dentro del establecimiento penitenciario más grande del país, Ramón y sus dos ayudantes se perfeccionan llevando adelante todo tipo de tareas solidarias. Actualmente se encuentran restaurando para su puesta en valor diez sillas de ruedas y un andador.
Según se detalló, ocho sillas de ruedas y un andador serán entregados a Salud Penitenciaria a fin de que sean distribuidas en unidades penitenciarias donde hay personas privadas de su libertad que precisen de esos elementos, mientras que las restantes sillas serán entregadas al Hospital San Lucas de Lisandro Olmos en el que se asiste a niños y niñas con capacidades diferentes.
Los trabajos, que involucran la reparación y retapización del mobiliario provistos por el Instituto Traumatológico de Alta Complejidad de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se llevan adelante con materias primas aportadas por Zona Franca a través del Ministerio de Producción de la provincia de Buenos Aires.
La cadena de puesta en valor del mobiliario incluye también a diez internos que fueron previamente capacitados en el taller de herrería que funciona en el establecimiento penitenciario.
Ramón destacó que “siempre nos pone contentos saber que estamos ayudando a alguna institución que necesite de nuestros servicios y así contribuir con la sociedad”.
Por su parte la Directora de Trabajo Penitenciario del Servicio Penitenciario Bonaerense, Noelia Gallegos, detalló que “se busca generar vínculos entre la teoría y la práctica lo que se logra a través del trabajo conjunto que tenemos con el personal de la Unidad 1 y la excelente predisposición y colaboración de sus directivos. En la Unidad 1, el Jefe del Departamento Regional de Trabajo, Federico Ferrari, coordina los talleres productivos en los que las personas privadas de su libertad practican un oficio ayudando a personas e instituciones que lo necesiten”.