Junto a las vacaciones de verano, las fiestas de fin de año -Navidad y Año Nuevo- son grandes preocupaciones de los bonaerenses que deben viajar para encontrarse con sus seres queridos. La pregunta es si en medio de la pandemia por coronavirus, el Gobierno permitirá el desplazamiento de miles de personas.
El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, dio indicios al respecto. Señaló que el Gobierno no lo ha definido pero anticipó que “va a haber que poner algún tipo de restricción a que todo el mundo vaya a visitar a sus familiares”.
En diálogo con Todo no se puede, señaló que son “cientos de miles de personas yendo para todos lados” que “en catorce días pueden tirar por la borda todo lo que hemos logrado” en la lucha contra el coronavirus.
En ese sentido, aseguró que no “ve” que se vaya a poder viajar “libremente, como cualquier año normal”, aunque admitió que es imposible controlar esa situación.
“Vamos a tener que apelar a la responsabilidad de la gente, porque no se va a poder controlar con represión. Se va a apelar al entendimiento de la gente. Uno ve mucho al que incumple, pero no ve al que cumple, se cuida y cuida a los demás”, opinó.
Una idea parecida planteó respecto de las vacaciones de verano, a las que el brote de coronavirus puso en jaque. “La consigna es tener la mejor temporada posible dentro de la realidad epidemiológica de ese momento, que además puede cambiar”, explicó.
Gollan sostuvo que “vacaciones va a haber siempre” y que lo que hay que definir es “qué tipo de vacaciones”. Y remarcó que hoy los intendentes trabajan para determinar “cupos de gente que puede entrar a la ciudad, a las playas, cómo va a hacer la gente que tiene su propiedad, la que alquila, la que va a hoteles, los aforos, el transporte público”.
En otro párrafo de la nota, Gollan rechazó el planteo en torno al “fracaso” de la cuarentena, y destacó el amplio acatamiento de las medidas sanitarias implementadas por el Gobierno. “Hay un 90 por ciento menos de circulación de automóviles en autopistas. Hay un 90 por ciento menos en subtes, un 82 por ciento menos en trenes, un 58 por ciento menos en colectivos y un 50 por ciento menos en entradas y salidas a la Ciudad. Obviamente es menos que en tiempo de normalidad, porque no funcionan escuelas, la administración pública está al 30 por ciento y hay mucho teletrabajo”, ejemplificó.
Y, aunque admitió que en términos sanitarios “desearía que hubiera menos” movimiento, manifestó su desacuerdo con “plantear que lo que pasó es un fracaso, principalmente porque no colapsó el sistema de salud” a pesar de que ya hay más de 800 mil contagios de coronavirus.