De acuerdo al último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) un 25% del empleo mundial se concentra en ocupaciones potencialmente afectadas por la Inteligencia Artificial (IA).
A su vez, un 3,3% de los trabajos -alrededor de 115 millones de puestos- corren riesgo de automatización debido a los avances de estas tecnologías.
Respecto de la Abogacía, si bien se está transformando con estas tecnologías que ofrecen herramientas para automatizar tareas, la organización indicó que se encuentra en “riesgo bajo” de ser reemplazada por la IA.

Por su parte, señaló que los analistas financieros, agentes de bolsa y de cambio, brokers de seguros, data entries y operadores de call centers, entre otros trabajos, se ubican en la categoría de exposición máxima.
“Se observa mucho a qué ocupaciones va a impactar la IA, pero la ocupación en sí misma no tiene tanta relevancia. Lo que hay que hacer es abrir la caja negra de cada ocupación y ver qué está pasando con las tareas porque el cambio tecnológico no impacta en el total de una ocupación sino en las tareas específicas. Esa es la discusión real: qué tareas pueden ser reemplazadas”, señaló en diálogo con La Nación la investigadora del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y del Conicet, Roxana Maurizio.
“La clave está en desarrollar competencias complementarias a la IA: creatividad estratégica, pensamiento ético y crítico, habilidades interpersonales y capacidad de aprendizaje continuo”, agregó Adriana Baravalle, directora académica y líder de SynapsIA.