Diego Gastón Guida, el hombre que estaba siendo buscado como sospechoso del doble crimen de un policía y un barrendero a bordo de un colectivo en octubre pasado en el barrio porteño de Barracas. fue detenido ayer por la tarde en la localidad de Claypole.
Según informaron fuentes judiciales, el sospechoso fue apresado durante un operativo realizado por personal de DDI de Lomas de Zamora, con la colaboración de efectivos de la policía bonaerense, en la esquina de las calles Araujo y Figueroa, en el barrio Don Orione de dicha localidad de Almirante Brown.
Los investigadores informaron que el hombre fue trasladado a una sede policial y mañana será indagado por la Justicia. Fuentes judiciales aseguraron que Guida tenía antecedentes por robos y fue excarcelado 20 días antes de los asesinatos por una Cámara que solo le fijó una fianza de 10.000 pesos y lo encomendó a “someterse al cuidado” de su mamá y una vecina.
El hombre había sido excarcelado el 29 de septiembre pasado, es decir, tres semanas antes de que asesinaran al agente de la Policía Federal (PFA) Esteban Nicolás Lagos (28) y el barrendero Juan Roberto Bonifacio (34), en un colectivo de la línea 100, de acuerdo a lo que surge de un fallo dictado por la Sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional al que tuvo acceso Télam.
La excarcelación de Guida (38) se resolvió en una causa por la que el 18 de septiembre el Juzgado Criminal y Correccional 57 lo procesó, con prisión preventiva, como autor del delito de “tentativa de robo calificado por la fractura de la puerta de un lugar habitado”, hecho por el que había sido detenido tres días antes por la comisaría 4D de la Policía de la Ciudad.
En un fallo dividido, dos de los camaristas, Magdalena Laíño y Ricardo Matías Pinto, avalaron la postura de la defensa para que sea excarcelado, y el tercero, Julio Marcelo Lucini, se opuso ante los antecedentes y los riesgos procesales que evaluó en el imputado. “Denota su indiferencia por acatar el ordenamiento jurídico y las reglas mínimas de convivencia”, afirmó Lucini en su voto disidente y mencionó que Guida presentaba “dos condenas” por “delitos contra la propiedad” y que había sido declarado “reincidente, por segunda vez”.
En cambio, la jueza Laíño, destacó, para descartar el riesgo de fuga, que el acusado tenía domicilio fijo “en Alvarado 2129 de esta ciudad, el cual ha sido constatado, en el que residiría con su madre Rosa María Martínez”. “A ello se agrega que su amiga y vecina Norma Cerotti, quien dice conocer a Guida hace más de 20 años y lo ayuda en el cuidado de sus hijos, demostró preocupación por la situación e hizo saber a través de la defensa oficial que le conseguiría un trabajo y lo incorporaría en un proyecto de reinserción social para personas que estuvieron privadas de su libertad”, añadió Laíño, al votar a favor de la excarcelación.
Al resolver la disidencia entre sus colegas, Pinto acompañó a Laíño, al sostener que “la pena prevista para el delito que se le reprocha permite su soltura”, que se había constatado el domicilio donde residía con su madre y que “el suceso atribuido no presenta aristas de particular gravedad”. En la parte resolutiva, la Sala VI, por mayoría, resolvió concederle a Guida la excarcelación “bajo una caución real o personal de 10.000 pesos”.
El martes se viralizó un video grabado el 23 de octubre del año pasado en el que se observa el momento en el que el sospechoso prófugo agrede a una mujer que le recrimina que estaba maltratando a su perro. Por el doble crimen, la justicia ya le dictó la prisión preventiva al primer imputado detenido en la causa, identificado como Cristian Ramón Vivas.
El hecho ocurrió el lunes 19 de octubre, a las 23.40, arriba del interno 4845 de la línea 100, ramal 1, que circulaba por la calle Vieytes, entre Quinquela Martín y Suárez, cuando dos ladrones subieron armados y comenzaron a asaltar a los pasajeros.
“¡Bueno, están todos regalados!”, fue la frase que uno de los delincuente gritó al iniciar el robo, tras lo cual tomó como “escudo humano” a un joven de 29 años que viajaba en el primer asiento detrás del chofer. Al ver la situación, Lagos, quien viajaba entre el pasaje uniformado, se levantó de su asiento y dio la voz de alto, pero de inmediato comenzaron los disparos.
La autopsia determinó que el policía recibió cuatro tiros de frente: uno en el cuello, otro en el pecho, un tercero en un brazo y el restante en una pierna.
En el caso del recolector de residuos Bonifacio, fue alcanzado por un único disparo que ingresó por la espalda, ya que viajaba en un asiento que miraba hacia la luneta trasera del colectivo.
Otros dos pasajeros, de 30 y 34 años, resultaron baleados, uno en una pierna y el otro en un pie, pero con heridas que no revistieron gravedad. Los dos delincuentes escaparon de la unidad luego pedirle al chofer que abriera la puerta y de robar la pistola 9 milímetros reglamentaria al policía baleado.