La cantidad de accidentes de trabajo retrocedieron en lo que va de 2020, en especial en medio de las medidas de aislamiento que determinaron un mayor nivel de actividad remota, mientras que crecieron los casos considerados como enfermedades profesionales, principalmente, por los casos de coronavirus
La cantidad de casos notificados al sistema de riesgos del trabajo, que incluyen accidentes en los lugares de trabajo, lo ocurridos in itinere y las enfermedades profesionales, cayó 28,4% en la primera mitad del año respecto de igual período de 2019.
Pese a esta baja en el plano general, los casos reportados como enfermedades profesionales subieron 119,1% en igual lapso, según un informe de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT).
En ese mismo marco, aunque de manera más especifica, los casos con enfermedades profesionales y baja laboral treparon 274,7%, mientras que las relacionadas con secuelas de incapacidad bajaron 59,3% interanual.
Estos datos se mantienen en los registros de los meses siguientes pese a la salida del aislamiento en la mayor parte del territorio nacional para entrar en condición de distanciamiento, según relevó Télam sobre datos provisorios de la SRT.
Un ejemplo de esta situación es que en octubre de 2019 la cantidad de accidentes laborales registrados sumaron 35.078, casos mientras que el mes pasado sumaron 19.185, equivalente a una merma de alrededor del 45%.
Los casos in itinere -término con el que se denomina al accidente ocurrido al trabajador durante el desplazamiento desde su domicilio hasta su lugar de trabajo y viceversa- fueron 12.107 en octubre de 2019, mientras que en igual mes del corriente año se registraron 5.768, en base a los datos provisorios de la Superintendencia.
Lo mismo sucedió con las enfermedades laborales, que si se le excluye el componente Covid, de las 9.191 registradas de octubre de 2019 cayeron a solo 1.619 casos el mes pasado.
Según el informe oficial del primer semestre del año, en términos relativos la incidencia del Covid afectó más a las mujeres, ya que en este grupo los casos con enfermedades presentaron una suba del 185,6% interanual mientras que en los hombres fue del 92,9%.
El aparato respiratorio fue el más afectado en las enfermedades profesionales denunciadas con una suba de 764,6% interanual al cierre del primer semestre, al pasar de 1.839 casos en el primer período a un total de 15.900 entre los meses de enero y junio de 2020.
En términos porcentuales aunque menos numerosos fueron las enfermedades que afectaron al sistema nervioso que pasaron de 41 casos a 60, denunciados en el período ya mencionado, con un incremento de más del 46%.
Más allá de estos números, el sector asegura que desde la entrada en vigencia del sistema de riesgos del trabajo, la cantidad de accidentes fue bajando.
A modo de ejemplo citan los fallecimientos, que en los 24 años de vida de las ART, bajaron 70% si se consideran los in itinere y 80% sin ellos, mientras que en el mismo período los accidentes en ocasión del trabajo se redujeron 40%.
En cuanto a la siniestralidad, el panorama fue heterogéneo dependiendo de las características de la actividad económica en las diferentes regiones del país.
Los informes reflejan también que entre fines de marzo y abril, período en que la actividad estuvo paralizada en gran parte del territorio por la pandemia, los accidentes laborales disminuyeron sustancialmente. A medida que se fue saliendo de esa situación, pasando de ASPO a DISPO, según cada región, los números comenzaron a retornar a valores cercanos previos al aislamiento.
Desde las administradoras de riesgos del trabajo aseguraron que la baja de accidente no se tradujo en un ahorro para el sistema, debido a que otras variables gravitaron en el costo siniestral, como la demora en el cierre de juicios que representa devengamiento de más intereses, el atraso en las altas de los tratamientos y el mayor costo de prestacional médico (encarecido por actualización inflacionaria más los módulos Covid por lo que representa en materia de protocolos).
Las aseguradoras -ante la consulta de Télam- también advirtieron que el escenario se complejizó con demoras en la cobranza y disminución de las cápitas cubiertas, en un escenario con falta de actualización tarifaria.