El gobernador indicó que pretenden vacunar a dos millones de personas por mes desde el comienzo. Por ende, esperan llegar a marzo con la población de riesgo, el personal sanitario y los esenciales inmunizados contra la Covid-19.
“Vamos a lanzar el plan de vacunación provincial por la Covid-19 para que sea una política de Estado y esperamos vacunar a dos millones de bonaerenses por mes. Este va a ser un proceso prolongado, no inmediato. Primero vacunaremos a seis millones de personas que forman parte de grupos de riesgo o personal sanitario y esenciales”. Con esa frase, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, confirmó que en territorio bonaerense la segunda ola tomará a sus habitantes en mejor posición que a la población europea, en donde el rebrote del virus está elevando constantemente los números de contagios y muertes.
En ese marco, el mandatario enfrentó a la prensa relajado y, mate en mano, indicó: “La pandemia no terminó, tenemos que enfocarnos en eso porque sigue haciendo estragos en todo el planeta”. Además, señaló que en Nueva York debieron volver a cerrar las escuelas porque tuvieron un 3% de positividad en sus test.
También se refirió a la situación del sistema educativo provincial, sobre el que remarcó que “la modalidad de clases presenciales hubiera expuesto a los chicos y a los trabajadores de la educación a la enfermedad”. “Acá hubo clases todo el año”, aclaró.
“Basta de mentir y hacer politiquería con esto. Yo no hago bandera con esto, trabajo con esto. No quiero ponerme a discutir ni hacer política con esto, porque es política barata”, disparó sobre aquellos que exigieron durante todo este año el regreso de las clases presenciales y que por estas horas siguen exigiendo la vuelta de alumnos y maestros a las aulas en marzo de 2021.
Con casi tres meses de baja sostenida en los números de contagios, Kicillof señaló: “Acá se sigue viendo una baja continuada pero lenta. En el AMBA pasamos en 12 semanas de 5.300 casos a 1.300. En el interior, durante las últimas cuatro semanas pasamos de 1.500 casos a 800”. En tanto, resaltó que “esto se vio reflejado en la ocupación de terapias intensivas, pasando de 1.284 a 551 camas ocupadas”.
“Nunca en la Provincia faltó una cama para quien la necesitara, ni un médico o los insumos correspondientes”, aseguró conforme el mandatario. “La cuarentena temprana y los cuidados hicieron que esto fuera paulatino y nos permitió equipar nuestro sistema de salud”, reflexionó.
El gobernador anticipó que las cifras seguirán en bajada e indicó que “aprendimos, nos entrenamos y entendimos que había que tener cuidado” y, por ese motivo, “probablemente el promedio de esta semana sea cercano a los 1.000 casos”. “Pero yo no me conformo, porque 1.000 casos con esta enfermedad significan 30 muertos”, agregó.
También se refirió a las medidas que desde tantos sectores critican y aseguró que “es mejor ser antipático que ser irresponsable”. “Así que sigo llamando a los bonaerenses a no bajar los brazos ni relajarse. Es hacer un sacrificio para evitar contagios y muertes”, pidió a la población.
Además informó sobre un cambio en los protocolos de acción para los contactos estrechos asintomáticos y declaró: “En la Provincia cuando aparece un caso buscamos sus contactos estrechos. Hasta hoy a esas personas las veníamos controlando y les pedíamos que se aislaran. Yo lo hice junto con mi familia. Hoy si un contacto estrecho tiene síntomas, lo consideramos positivo sin hisoparlo. Y a aquellos contactos estrechos asintomáticos, entre el día 5 y 7, les vamos a pedir que se hagan el hisopado. Queremos cortar la cadena de contagio ahora que tenemos una capacidad de testeo instalada que antes no teníamos”.